Como en el resto de los países de la región en estudio, la programación durante la década de 1970 que correspondió en Bolivia con los inicios de la televisión en ese país, se caracterizo por su componente de entretención. Además de la cuota de censura y control de la información sobre el único canal que emitía antes de que la televisión universitaria surgiera en 1976.
Durante el periodo siguiente, la proliferación de canales de televisión trajo consigo mucha programación envasada y proveniente del extranjero. Incluso un estudio del Instituto para América Latina afirma que en 1988 gran parte de la programación emitida por la televisión era pirateada, particularmente de países vecinos (IPAL, 1988: 23 y 3ft). En todo caso y a modo de muestra en los principales canales de televisión los porcentajes de programación en 1986 fueron los siguientes:
En general, la producción propia es escasa y en su mayoría son documentales de coyuntura que se realizan en base a una iniciativa momentánea y al calor de la vivencia de algún problema concreto. De aquí, que la mayor parte de la producción nacional tenga su origen en los departamentos de prensa de los canales de televisión.
Sin embargo, incluso parte de lo que la televisión en Bolivia considera como programación de origen nacional proviene del extranjero, como1 en el caso de los informativos y deportivos que contienen gran cantidad de material grabado de importación. Un caso extreme lo señala Rivadeneira cuando explica la piratería de programas informativos extranjeros que se transmitían a menudo corno si fuesen servicios informativos nacionales: "Los canales de televisión privados graban informativos de las televisiones peruana, chilena, brasileña, venezolana, mexicana y argentina. Los programas son reeditados y tos presentadores bolivianos repiten a menudo los mismos textos de la emisión original. Así, por ejemplo, en el caso de las negociaciones con Chile por la salida al mar de Bolivia, muchas veces los bolivianos veían por televisión la versión chilena de la disputa, que era tomada de la televisión de ese país. Otros casos extremos, eran la emisión a través del Canal 5 de Santa Cruz de 10 horas de televisión brasileña, con programas y publicidad en portugués y la programación de películas y series captadas mediante antena parabólica, pero cuyos derechos da distribución exclusivos eran propiedad de otras empresas, que salían mas que perjudiciales con la piratería de señales.
Durante el periodo siguiente, la proliferación de canales de televisión trajo consigo mucha programación envasada y proveniente del extranjero. Incluso un estudio del Instituto para América Latina afirma que en 1988 gran parte de la programación emitida por la televisión era pirateada, particularmente de países vecinos (IPAL, 1988: 23 y 3ft). En todo caso y a modo de muestra en los principales canales de televisión los porcentajes de programación en 1986 fueron los siguientes:
En general, la producción propia es escasa y en su mayoría son documentales de coyuntura que se realizan en base a una iniciativa momentánea y al calor de la vivencia de algún problema concreto. De aquí, que la mayor parte de la producción nacional tenga su origen en los departamentos de prensa de los canales de televisión.
Sin embargo, incluso parte de lo que la televisión en Bolivia considera como programación de origen nacional proviene del extranjero, como1 en el caso de los informativos y deportivos que contienen gran cantidad de material grabado de importación. Un caso extreme lo señala Rivadeneira cuando explica la piratería de programas informativos extranjeros que se transmitían a menudo corno si fuesen servicios informativos nacionales: "Los canales de televisión privados graban informativos de las televisiones peruana, chilena, brasileña, venezolana, mexicana y argentina. Los programas son reeditados y tos presentadores bolivianos repiten a menudo los mismos textos de la emisión original. Así, por ejemplo, en el caso de las negociaciones con Chile por la salida al mar de Bolivia, muchas veces los bolivianos veían por televisión la versión chilena de la disputa, que era tomada de la televisión de ese país. Otros casos extremos, eran la emisión a través del Canal 5 de Santa Cruz de 10 horas de televisión brasileña, con programas y publicidad en portugués y la programación de películas y series captadas mediante antena parabólica, pero cuyos derechos da distribución exclusivos eran propiedad de otras empresas, que salían mas que perjudiciales con la piratería de señales.
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