El teléfono móvil o celular se ha vuelto una herramienta indispensable para la mayoría de la población que realiza gran parte de sus actividades personales y de trabajo por medio de este servicio, pero el mismo en los últimos meses atraviesa por problemas de congestión que hasta el momento no tienen una solución efectiva.
El problema y las molestias a la hora de hacer una llamada a un teléfono celular, son constantes, sobre todo en horas pico como al medio día o entrada la noche entre las 18.30 y las 21.00 horas.
“Primero pensé que mi celular estaba mal y lo cambié por uno nuevo, pero pasó lo mismo, la señal se pierde en cualquier momento o directamente no entra la llamada como si el teléfono estuviera apagado. Esto me ha traído muchos problemas, incluso con mi familia”, se queja Ramiro Laura, usuario de una de las tres empresas de telefonía móvil en La Paz.
Según la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sittel), hasta el momento existen 3.6 millones de celulares en todo el país que obtienen los servicios de las tres empresas de telefonía celular que manejan el mercado.
De lunes a viernes los usuarios realizan en Bolivia alrededor de ocho millones de llamadas desde y hacia celulares.
Esta gran cantidad de llamadas utilizando los teléfonos celulares no tiene un adecuado mecanismo de control y fiscalización, reconoce la entidad reguladora, por lo que este problema continúa.
Problema compartido
Por su parte las tres empresas de telefonía celular que ocupan el mercado interno, continúan ofreciendo líneas y más líneas telefónicas personales, prometiendo mediante sus constantes publicidades fidelidad, buena señal, y tarifas bajas, sobre todo “si realizas llamadas al exterior del país”.
La “comunicación inspirada en ti”, se vuelve una triste ironía, porque cuando uno intenta comunicarse con sus seres queridos y no puede, porque no se puede “vivir sin fronteras” ya que las mismas están presentes a la hora de conversar por teléfono y peor aún en casos de emergencia.
“Cuando estaba a punto de dar a luz, casi pierdo la vida y la de mi bebé, porque no tengo teléfono fijo, sólo celular, y trataba de comunicarme con mi esposo para que me lleve al hospital, pero ni siquiera entraba la llamada y salía un aviso que decía que la red estaba congestionada”, relata Vilma Quisbert Fuentes.
Así como éste, los testimonios por la saturación de las redes telefónicas son cientos y hasta el momento el problema continúa y es cada vez mayor la dificultad por comunicarse de celular a celular.
La Sittel informó que en las próximas semanas instalará sistemas de monitoreo para mejorar el control a las empresas operadoras de telefonía celular para solucionar el problema.
Se pretende realizar este control en coordinación con las mismas operadoras para evitar de que exista saturación en el sistema de telefonía móvil.
Sin embargo, para ejecutar este monitoreo, primero se necesita resolver otro problema: el de la instalación de antenas mediante las cuales se ubicarán las radios-base para la interconexión entre zonas, se trata de un problema estrictamente técnico.
Para la instalación de las antenas se requiere un permiso de los municipios de cada ciudad, licencia que debió obtenerse el año pasado, pero aún está en proceso.
El problema y las molestias a la hora de hacer una llamada a un teléfono celular, son constantes, sobre todo en horas pico como al medio día o entrada la noche entre las 18.30 y las 21.00 horas.
“Primero pensé que mi celular estaba mal y lo cambié por uno nuevo, pero pasó lo mismo, la señal se pierde en cualquier momento o directamente no entra la llamada como si el teléfono estuviera apagado. Esto me ha traído muchos problemas, incluso con mi familia”, se queja Ramiro Laura, usuario de una de las tres empresas de telefonía móvil en La Paz.
Según la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sittel), hasta el momento existen 3.6 millones de celulares en todo el país que obtienen los servicios de las tres empresas de telefonía celular que manejan el mercado.
De lunes a viernes los usuarios realizan en Bolivia alrededor de ocho millones de llamadas desde y hacia celulares.
Esta gran cantidad de llamadas utilizando los teléfonos celulares no tiene un adecuado mecanismo de control y fiscalización, reconoce la entidad reguladora, por lo que este problema continúa.
Problema compartido
Por su parte las tres empresas de telefonía celular que ocupan el mercado interno, continúan ofreciendo líneas y más líneas telefónicas personales, prometiendo mediante sus constantes publicidades fidelidad, buena señal, y tarifas bajas, sobre todo “si realizas llamadas al exterior del país”.
La “comunicación inspirada en ti”, se vuelve una triste ironía, porque cuando uno intenta comunicarse con sus seres queridos y no puede, porque no se puede “vivir sin fronteras” ya que las mismas están presentes a la hora de conversar por teléfono y peor aún en casos de emergencia.
“Cuando estaba a punto de dar a luz, casi pierdo la vida y la de mi bebé, porque no tengo teléfono fijo, sólo celular, y trataba de comunicarme con mi esposo para que me lleve al hospital, pero ni siquiera entraba la llamada y salía un aviso que decía que la red estaba congestionada”, relata Vilma Quisbert Fuentes.
Así como éste, los testimonios por la saturación de las redes telefónicas son cientos y hasta el momento el problema continúa y es cada vez mayor la dificultad por comunicarse de celular a celular.
La Sittel informó que en las próximas semanas instalará sistemas de monitoreo para mejorar el control a las empresas operadoras de telefonía celular para solucionar el problema.
Se pretende realizar este control en coordinación con las mismas operadoras para evitar de que exista saturación en el sistema de telefonía móvil.
Sin embargo, para ejecutar este monitoreo, primero se necesita resolver otro problema: el de la instalación de antenas mediante las cuales se ubicarán las radios-base para la interconexión entre zonas, se trata de un problema estrictamente técnico.
Para la instalación de las antenas se requiere un permiso de los municipios de cada ciudad, licencia que debió obtenerse el año pasado, pero aún está en proceso.
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