Deficiencia en las llamadas entre y/a teléfonos celulares molesta a la población que constantemente se queja por un deficiente servicio.
El problema por la saturación de llamadas no puede ser solucionado de forma inmediata ni sólo con la participación de la Superintendencia de Telecomunicaciones, ya que el mismo depende también de los municipios, el Viceministerio del ramo y las juntas vecinales.
“Te llamo y tu celular siempre está apagado” o “la llamada se corta mientras hablo por celular o directamente no entra la llamada a un teléfono móvil”, son algunos de los constantes reclamos de la población que utiliza los servicios de una de las tres operadoras que funcionan en el país.
Ese conflicto no es reciente, la saturación en las llamadas entre teléfonos celulares o desde teléfonos fijos a líneas móviles es constante, hecho que ninguna de las operadoras hasta el momento soluciona; es más, la publicidad donde se invita a acceder a los servicios con ‘supuestas facilidades’ y accesibilidad de las tres empresas, va en aumento.
Ante esa situación, el superintendente de la entidad reguladora, Jorge Nava, en contacto con EL DIARIO, a tiempo de reconocer el perjuicio que ocasiona ese problema a gran parte de la población, afirmó que la solución no parte sólo de esa instancia, sino de un esfuerzo coordinado entre distintos actores.
Al margen de las autorizaciones que otorga el sistema regulatorio, las operadoras para mejorar la atención de las demandas de servicios en todo el país tienen que instalar nuevas radiobases y ello depende del permiso de los municipios, las licencias medioambientales y la comprensión de las juntas de vecinos que, en muchos casos, se oponen a la instalación de más radiobases, bajo el argumento de que dañan la salud.
Una radiobase es una torre que se instala en un determinado lugar, con preferencia elevado o con una amplia superficie desierta. En la misma se instalan varias antenas de telefonía que apuntan a distintas direcciones.
“Son distintas condicionantes que tienen que ser evaluadas con los distintos actores, en esa línea estamos tratando de establecer un trabajo con los operadores, municipios, juntas de vecinos y la unidad encargada de otorgar los permisos medioambientales”, sostuvo la autoridad.
Aseguró también que la solución a ese tema parte de las mismas operadoras de telefonía celular bajo el marco de un trabajo de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y un óptimo servicio a la ciudadanía, tomando en cuenta también la accesibilidad en los costos por el servicio.
OBSTÁCULOS
Por otra parte, uno de los obstáculos por los que no se puede obtener una rápida solución es porque de acuerdo a los contratos de concesión de las operadoras toda la evaluación de metas de calidad del servicio se las realiza con un año de diferencia, lo que quiere decir que la Superintendencia de Telecomunicaciones está evaluando las metas de calidad de la telefonía móvil de las dos últimas gestiones pasadas.
“Los problemas que se presenten este año los tendremos que avaluar el 2009”, afirmó Nava y aseguró que mientras tanto, la entidad reguladora está trabajando en dos aspectos importantes.
Por un lado se trabaja con relación al procedimiento y metodología para la evaluación de la calidad de los operadores y, además, promover a que las empresas de telefonía móvil puedan solucionar los inconvenientes que afectan a la baja calidad de servicio ante una creciente demanda.
La demanda del servicio móvil es creciente y el objetivo de las Superintendencia de Telecomunicaciones, Según Nava, es que los servicios se brinden con calidad y con un precio razonable.
Con todo, la ‘degradación’ en la calidad de servicio de las operadoras de telefonía celular sobre todo en “horas pico” como son de 19 a 22 horas y en determinados días de la semana, es uno de los grandes problemas que por el momento no tiene una pronta solución.
Además que las tres operadoras que rigen en el mercado nacional están en evaluación y hasta que se obtengan los resultados no se puede emitir ninguna sanción en su contra de acuerdo a los contratos de concesión que se tiene suscritos con las mismas.
El problema por la saturación de llamadas no puede ser solucionado de forma inmediata ni sólo con la participación de la Superintendencia de Telecomunicaciones, ya que el mismo depende también de los municipios, el Viceministerio del ramo y las juntas vecinales.
“Te llamo y tu celular siempre está apagado” o “la llamada se corta mientras hablo por celular o directamente no entra la llamada a un teléfono móvil”, son algunos de los constantes reclamos de la población que utiliza los servicios de una de las tres operadoras que funcionan en el país.
Ese conflicto no es reciente, la saturación en las llamadas entre teléfonos celulares o desde teléfonos fijos a líneas móviles es constante, hecho que ninguna de las operadoras hasta el momento soluciona; es más, la publicidad donde se invita a acceder a los servicios con ‘supuestas facilidades’ y accesibilidad de las tres empresas, va en aumento.
Ante esa situación, el superintendente de la entidad reguladora, Jorge Nava, en contacto con EL DIARIO, a tiempo de reconocer el perjuicio que ocasiona ese problema a gran parte de la población, afirmó que la solución no parte sólo de esa instancia, sino de un esfuerzo coordinado entre distintos actores.
Al margen de las autorizaciones que otorga el sistema regulatorio, las operadoras para mejorar la atención de las demandas de servicios en todo el país tienen que instalar nuevas radiobases y ello depende del permiso de los municipios, las licencias medioambientales y la comprensión de las juntas de vecinos que, en muchos casos, se oponen a la instalación de más radiobases, bajo el argumento de que dañan la salud.
Una radiobase es una torre que se instala en un determinado lugar, con preferencia elevado o con una amplia superficie desierta. En la misma se instalan varias antenas de telefonía que apuntan a distintas direcciones.
“Son distintas condicionantes que tienen que ser evaluadas con los distintos actores, en esa línea estamos tratando de establecer un trabajo con los operadores, municipios, juntas de vecinos y la unidad encargada de otorgar los permisos medioambientales”, sostuvo la autoridad.
Aseguró también que la solución a ese tema parte de las mismas operadoras de telefonía celular bajo el marco de un trabajo de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) y un óptimo servicio a la ciudadanía, tomando en cuenta también la accesibilidad en los costos por el servicio.
OBSTÁCULOS
Por otra parte, uno de los obstáculos por los que no se puede obtener una rápida solución es porque de acuerdo a los contratos de concesión de las operadoras toda la evaluación de metas de calidad del servicio se las realiza con un año de diferencia, lo que quiere decir que la Superintendencia de Telecomunicaciones está evaluando las metas de calidad de la telefonía móvil de las dos últimas gestiones pasadas.
“Los problemas que se presenten este año los tendremos que avaluar el 2009”, afirmó Nava y aseguró que mientras tanto, la entidad reguladora está trabajando en dos aspectos importantes.
Por un lado se trabaja con relación al procedimiento y metodología para la evaluación de la calidad de los operadores y, además, promover a que las empresas de telefonía móvil puedan solucionar los inconvenientes que afectan a la baja calidad de servicio ante una creciente demanda.
La demanda del servicio móvil es creciente y el objetivo de las Superintendencia de Telecomunicaciones, Según Nava, es que los servicios se brinden con calidad y con un precio razonable.
Con todo, la ‘degradación’ en la calidad de servicio de las operadoras de telefonía celular sobre todo en “horas pico” como son de 19 a 22 horas y en determinados días de la semana, es uno de los grandes problemas que por el momento no tiene una pronta solución.
Además que las tres operadoras que rigen en el mercado nacional están en evaluación y hasta que se obtengan los resultados no se puede emitir ninguna sanción en su contra de acuerdo a los contratos de concesión que se tiene suscritos con las mismas.
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