La producción local no es afectada seriamente, entre otros factores, por los costos de los productos, los tipos de clientes, el servicio de soporte y el crecimiento del software libre.
Abdel Padilla
Contra todo pronóstico, gran parte de las empresas bolivianas de producción y creación de software o soporte lógico de un computador, en especial las de mayor envergadura, ha logrado capear el temporal del mercado de productos no originales o piratas, que se ha instalado en las calles y puestos de venta informales como una plaga sin control y a vista y paciencia de propios y extraños.
¿Qué ha “blindado” a estos productos locales de la piratería en serie, que afecta directamente, por ejemplo, a empresas multinacionales como Microsoft?
Para comenzar, se estima que del total de software que se comercializa en Bolivia el 80 por ciento es pirata, que es el índice más elevado en esta parte del continente después de Paraguay.
Si bien éstas son sólo estimaciones y no cifras oficiales —que no existen— calculadas de la diferencia de la cantidad de licencias que se compran y el número de computadoras que se venden —como explica Alcides Quintanilla, director de la empresa Tecnología Answer Consulting Group—, el impacto es muy elevado como para pensar que la industria nacional esté totalmente inmune contra este mal. En ello coinciden operadores, técnicos y autoridades nacionales relacionadas con el rubro, por lo que de todos modos se prevé que las empresas locales son afectadas en algún modo, aunque en menos magnitud que las empresas transnacionales.
“El software pirata al final mata a todos”, dice a propósito Germán Azcárraga, director de Software de la Cámara de Tecnologías de la Información y Comunicaciones y gerente de la empresa Panda Security.
Esta última ofrece sus servicios a más de un centenar de entidades corporativas, que han confiado la administración y resguardo de su información a paquetes como el antivirus Panda, que es el producto estrella de esta empresa.
“Cualquiera diría que empresas como la nuestra podría ser afectada directamente por la piratería, ya que cualquier persona puede conseguir en la calle un CD de 10 pesos con todos los antivirus habidos y por haber, sin embargo, la diferencia es la capacidad de actualización que tiene un producto original. En este caso comprar un pirata es como tener un seguro vencido para auto; si éste se choca el seguro no sirve de nada”, dice.
El otro factor es el llamado soporte, que entre otros implica la implementación del programa y su periódico mantenimiento. “Si compras un software no original y te falla algo, ¿a quién te quejas, al fabricante, de cuyo portal de internet crackeaste —modificar el código fuente de un software para generalmente acceder a su uso— el programa?”, cuestiona por su lado Quintanilla.
“Por ello nosotros siempre decimos que en realidad más que vender una licencia, vendemos el servicio, al final la licencia incluso la puedes bajar de internet”, sentencia Azcárraga.
El otro factor que “espanta” a la piratería y quizás uno de los de mayor peso es el precio.
Entidades como Panda y Answer han logrado “adecuar” los costos de sus productos a la realidad nacional, lo que por otro lado no han podido del todo empresas más grandes como las mismas transnacionales. “Panda ha apostado por costos diferenciados para el país. El servicio es el mismo pero el costo es diferenciado”, dice Ascárraga, que adelanta que el antivirus más económico que oferta cuesta hasta 210 bolivianos y el más caro hasta 70 dólares.
Finalmente, otro elemento que evita a los piratas es el tipo de cliente. Es mejor en este caso que éste sea de tipo corporativo y no personal e individual, que es el que generalmente se arriesga a comprar un programa no original. Riesgo que no correrá una empresa, quizás por ello alrededor del 80 por ciento de los clientes de Answer y Panda son entidades corporativas.
“Lo que pasa es que las empresas buscan ante todo seguridad y confianza”, concluye Ascárraga.
Al respecto, un ejemplo de cómo darle un revés a la piratería es la empresa Colosa, con su producto ProcessMaker, que es un Sistema de Gestión de Procesos de Negocio (BPMS, por sus siglas en inglés), que no sólo es requerido en el país sino que es hoy utilizado en empresas grandes, medianas y pequeñas de otras 35 naciones en el mundo. “Lo vendemos por internet y hasta ahora no hemos sido directamente afectados por la piratería, entre otras cosas por los tipos de clientes que tenemos, por el grado de complejidad del programa y porque es un software libre (ver nota de apoyo)”, afirma su representante Javier Boggero.
Abdel Padilla
Contra todo pronóstico, gran parte de las empresas bolivianas de producción y creación de software o soporte lógico de un computador, en especial las de mayor envergadura, ha logrado capear el temporal del mercado de productos no originales o piratas, que se ha instalado en las calles y puestos de venta informales como una plaga sin control y a vista y paciencia de propios y extraños.
¿Qué ha “blindado” a estos productos locales de la piratería en serie, que afecta directamente, por ejemplo, a empresas multinacionales como Microsoft?
Para comenzar, se estima que del total de software que se comercializa en Bolivia el 80 por ciento es pirata, que es el índice más elevado en esta parte del continente después de Paraguay.
Si bien éstas son sólo estimaciones y no cifras oficiales —que no existen— calculadas de la diferencia de la cantidad de licencias que se compran y el número de computadoras que se venden —como explica Alcides Quintanilla, director de la empresa Tecnología Answer Consulting Group—, el impacto es muy elevado como para pensar que la industria nacional esté totalmente inmune contra este mal. En ello coinciden operadores, técnicos y autoridades nacionales relacionadas con el rubro, por lo que de todos modos se prevé que las empresas locales son afectadas en algún modo, aunque en menos magnitud que las empresas transnacionales.
“El software pirata al final mata a todos”, dice a propósito Germán Azcárraga, director de Software de la Cámara de Tecnologías de la Información y Comunicaciones y gerente de la empresa Panda Security.
Esta última ofrece sus servicios a más de un centenar de entidades corporativas, que han confiado la administración y resguardo de su información a paquetes como el antivirus Panda, que es el producto estrella de esta empresa.
“Cualquiera diría que empresas como la nuestra podría ser afectada directamente por la piratería, ya que cualquier persona puede conseguir en la calle un CD de 10 pesos con todos los antivirus habidos y por haber, sin embargo, la diferencia es la capacidad de actualización que tiene un producto original. En este caso comprar un pirata es como tener un seguro vencido para auto; si éste se choca el seguro no sirve de nada”, dice.
El otro factor es el llamado soporte, que entre otros implica la implementación del programa y su periódico mantenimiento. “Si compras un software no original y te falla algo, ¿a quién te quejas, al fabricante, de cuyo portal de internet crackeaste —modificar el código fuente de un software para generalmente acceder a su uso— el programa?”, cuestiona por su lado Quintanilla.
“Por ello nosotros siempre decimos que en realidad más que vender una licencia, vendemos el servicio, al final la licencia incluso la puedes bajar de internet”, sentencia Azcárraga.
El otro factor que “espanta” a la piratería y quizás uno de los de mayor peso es el precio.
Entidades como Panda y Answer han logrado “adecuar” los costos de sus productos a la realidad nacional, lo que por otro lado no han podido del todo empresas más grandes como las mismas transnacionales. “Panda ha apostado por costos diferenciados para el país. El servicio es el mismo pero el costo es diferenciado”, dice Ascárraga, que adelanta que el antivirus más económico que oferta cuesta hasta 210 bolivianos y el más caro hasta 70 dólares.
Finalmente, otro elemento que evita a los piratas es el tipo de cliente. Es mejor en este caso que éste sea de tipo corporativo y no personal e individual, que es el que generalmente se arriesga a comprar un programa no original. Riesgo que no correrá una empresa, quizás por ello alrededor del 80 por ciento de los clientes de Answer y Panda son entidades corporativas.
“Lo que pasa es que las empresas buscan ante todo seguridad y confianza”, concluye Ascárraga.
Al respecto, un ejemplo de cómo darle un revés a la piratería es la empresa Colosa, con su producto ProcessMaker, que es un Sistema de Gestión de Procesos de Negocio (BPMS, por sus siglas en inglés), que no sólo es requerido en el país sino que es hoy utilizado en empresas grandes, medianas y pequeñas de otras 35 naciones en el mundo. “Lo vendemos por internet y hasta ahora no hemos sido directamente afectados por la piratería, entre otras cosas por los tipos de clientes que tenemos, por el grado de complejidad del programa y porque es un software libre (ver nota de apoyo)”, afirma su representante Javier Boggero.
El “software libre” tendrá su propia ley
Está en consideración un proyecto de ley de software libre, que permitirá, entre otros, la migración de los sistemas propietarios informáticos, operativos y base de datos de las entidades públicas a programas, como su nombre alude, de acceso libre.
“Sus connotaciones van más allá que la simple reducción de costos en la adquisición de licencias propietarias de empresas como Microsoft, ya que lo que se busca es una mayor generación de conocimientos y fomento a la industria y producción nacional”, asegura Alejandro Patiño, director de la Agencia para el Desarrollo de la Sociedad de la Información en Bolivia (ADSIB).
Este tipo de software permite lo que se llama el código abierto, a través del cual se puede hacer un uso más flexible del paquete informático y adaptarlo a las necesidades de los usuarios. Recientemente se lanzó un programa operativo de Open Office, que es una versión libre del Microsoft Office, de Microsoft.
Oferta de producción local de software
Fábricas de software
www.colosa.com • Esta empresa oferta el programa ProcessMaker, una aplicación empresarial que implementa un sistema de gestión de procesos de negocio (BPMS). Es aplicable a sectores como la banca, industria, gobiernos municipales y telecomunicaciones.
www.answer-it.com • Answer Consulting Group ofrece productos innovadores con el concepto de funcionalidad, eficiencia, costos adecuados, soporte técnico permanente y garantía indefinida.
Consultoras y servicios
www.tsi.com.bo • TSI Bolivia Tecnología y Sistemas Integrales es una empresa dedicada a la provisión de servicios de ingeniería en informática y telecomunicaciones. Uno de sus productos es SICAM, un sistema para la generación automática de asientos contables.
www.sintesis.com.bo • Síntesis es una empresa de Tecnología de la Información, especializada en transacciones en línea. Su producto es Intraplatinum. (Fuente: Pabellón, industria del software boliviano).
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