Hace un mes y medio que la Superintendencia de Telecomunicaciones sigue la pista de la organización Telme. Esta entidad no se halla inscrita en el órgano regulador y está sindicada de fraude. Hay otra firma, Grintsa, que también está en la mira. El superintendente Jorge Antonio Nava Amador afirma en esta charla que el país es un nicho abierto a cualquier tipo de negocios ilícitos, incluso en el rubro de las telecomunicaciones.
—¿Hasta ahora solamente hay una denuncia contra Telme?
—En el caso de Telme hay la denuncia y varios comentarios que no se han formalizado como denuncias. Ya se hizo la inspección administrativa a unas supuestas oficinas que había en las ciudades de Sucre y Santa Cruz. Se localizó a personas responsables de esta organización. Se trata de un negocio en red. Se busca cada vez más socios y hay alguien que asume el liderazgo para manejar al resto de la “pirámide”.
—¿La Superintendencia no puede actuar de oficio?
—No, no puede. Lo que pasa es que la Superintendencia no tiene una acción de fuerza pública y debe actuar en el marco del derecho administrativo. Nuestro reglamento de sanciones e infracciones únicamente nos permite aplicar dos clases de sanciones, una que es el cierre temporal de la empresa y la imposición de multas pecuniarias; la otra sanción es el secuestro de los equipos y necesitaríamos el apoyo de la fuerza pública y la Fiscalía para ello.
—¿Hay sanción en el caso de la empresa Telme?
—Nosotros aún no podemos sancionar a Telme. Iniciamos la investigación y estamos realizando la fiscalización. En el marco del derecho administrativo tenemos que seguir el procedimiento que conlleva el acopio de la información y una vez que se hace esto se establece la sanción.
—¿Cuánta gente habrá invertido su dinero con Telme?
—No tenemos el dato de cuánta gente ha captado Telme. La Superintendencia sacó comunicados para hacer conocer cómo opera Telme y advertir al público de que no se deje engañar. Es fácil decirle a la gente que muy pronto van a ganar dinero y cada vez deben ir juntando más socios.
—¿En el país hay casos similares a Telme?
—Acá en el país no. Sí hay de otras empresas que pretenden generar negocios a partir de la venta de sitios web o de la venta de portales de distintos temas.
—¿Qué pasa con las ciudades intermedias?
—Respecto de esto hemos denunciado a Grintsa porque intenta captar recursos a partir de generar expectativas en las personas. Estamos trabajando al respecto.
—¿La “Súper” está atada de manos?
—Tenemos una limitación normativa, pero lo que intentamos hacer es ver de qué manera podemos advertir a la población para que no se deje engañar. Y, por otro lado, tenemos que sancionar a la prestación ilegal de un servicio.
—¿En Bolivia hay vía libre para cometer cualquier tipo de fraude en telecomunicaciones?
—Sobre todo nosotros queremos tener un trabajo preventivo y estamos tratando de generar esos mecanismos que nos permitan crear escenarios de información y alerta para evitar este tipo de escenarios. Bolivia en general, y no sólo en las telecomunicaciones, es un nicho abierto a cualquier tipo de negocios, incluso a los negocios que son ilegales.
En el caso de las empresas fraudulentas tendríamos que preguntarnos qué acciones ha tomado el Servicio de Impuestos Nacionales, Fundempresa, pues aquí estaría estableciéndose un negocio que requiere de todas esas autorizaciones y no sólo de la Superintendencia de Telecomunicaciones.
El engaño “piramidal”
En Tupiza (Potosí), según datos de La Prensa, se ha determinado la existencia de empresas que ofertan servicios de telecomunicación. Éstas al parecer piden dinero a los “accionistas” a cambio de venta de servicios y productos del rubro. Además, estos “socios” tienen que captar a nuevos inversionistas para ganar más dinero.
La Superintendencia de Telecomunicacones inició averiguaciones en ciudades intermedias para determinar la existencia de estos fraudes.
Este tipo de negocio ilícito se denomina “piramidal” y tuvo bastante éxito en el país. El caso más conocido es el de la empresa financiera Roghel que pedía inversionistas que, a su vez, captaban a más socios. Éstos recibían altos intereses; pero, cuando la firma entró en quiebra, desapareció el capital de los socios.
En el caso de Telme —según información de la Superintendencia— se trata de una firma con conexiones en México, Singapur y Colombia.
En el sitio web de Telme se explica la oferta de la “empresa”: “Telme ha creado un nuevo esquema de compensación verdaderamente revolucionario en función de producir grandes ganancias, entre las más altas de la historia de las redes de mercadeo”.
“…Hay diferentes formas distintas para ganar dinero con Telme y todas pueden aplicar al mismo tiempo:… Comisión por venta directa; Comisión por referir distribuidores; Comisión por el trabajo de mi organización; Comisión por trabajo de mis referidos; Comisión por aumento de trabajo mes a mes…”.
—¿Hasta ahora solamente hay una denuncia contra Telme?
—En el caso de Telme hay la denuncia y varios comentarios que no se han formalizado como denuncias. Ya se hizo la inspección administrativa a unas supuestas oficinas que había en las ciudades de Sucre y Santa Cruz. Se localizó a personas responsables de esta organización. Se trata de un negocio en red. Se busca cada vez más socios y hay alguien que asume el liderazgo para manejar al resto de la “pirámide”.
—¿La Superintendencia no puede actuar de oficio?
—No, no puede. Lo que pasa es que la Superintendencia no tiene una acción de fuerza pública y debe actuar en el marco del derecho administrativo. Nuestro reglamento de sanciones e infracciones únicamente nos permite aplicar dos clases de sanciones, una que es el cierre temporal de la empresa y la imposición de multas pecuniarias; la otra sanción es el secuestro de los equipos y necesitaríamos el apoyo de la fuerza pública y la Fiscalía para ello.
—¿Hay sanción en el caso de la empresa Telme?
—Nosotros aún no podemos sancionar a Telme. Iniciamos la investigación y estamos realizando la fiscalización. En el marco del derecho administrativo tenemos que seguir el procedimiento que conlleva el acopio de la información y una vez que se hace esto se establece la sanción.
—¿Cuánta gente habrá invertido su dinero con Telme?
—No tenemos el dato de cuánta gente ha captado Telme. La Superintendencia sacó comunicados para hacer conocer cómo opera Telme y advertir al público de que no se deje engañar. Es fácil decirle a la gente que muy pronto van a ganar dinero y cada vez deben ir juntando más socios.
—¿En el país hay casos similares a Telme?
—Acá en el país no. Sí hay de otras empresas que pretenden generar negocios a partir de la venta de sitios web o de la venta de portales de distintos temas.
—¿Qué pasa con las ciudades intermedias?
—Respecto de esto hemos denunciado a Grintsa porque intenta captar recursos a partir de generar expectativas en las personas. Estamos trabajando al respecto.
—¿La “Súper” está atada de manos?
—Tenemos una limitación normativa, pero lo que intentamos hacer es ver de qué manera podemos advertir a la población para que no se deje engañar. Y, por otro lado, tenemos que sancionar a la prestación ilegal de un servicio.
—¿En Bolivia hay vía libre para cometer cualquier tipo de fraude en telecomunicaciones?
—Sobre todo nosotros queremos tener un trabajo preventivo y estamos tratando de generar esos mecanismos que nos permitan crear escenarios de información y alerta para evitar este tipo de escenarios. Bolivia en general, y no sólo en las telecomunicaciones, es un nicho abierto a cualquier tipo de negocios, incluso a los negocios que son ilegales.
En el caso de las empresas fraudulentas tendríamos que preguntarnos qué acciones ha tomado el Servicio de Impuestos Nacionales, Fundempresa, pues aquí estaría estableciéndose un negocio que requiere de todas esas autorizaciones y no sólo de la Superintendencia de Telecomunicaciones.
El engaño “piramidal”
En Tupiza (Potosí), según datos de La Prensa, se ha determinado la existencia de empresas que ofertan servicios de telecomunicación. Éstas al parecer piden dinero a los “accionistas” a cambio de venta de servicios y productos del rubro. Además, estos “socios” tienen que captar a nuevos inversionistas para ganar más dinero.
La Superintendencia de Telecomunicacones inició averiguaciones en ciudades intermedias para determinar la existencia de estos fraudes.
Este tipo de negocio ilícito se denomina “piramidal” y tuvo bastante éxito en el país. El caso más conocido es el de la empresa financiera Roghel que pedía inversionistas que, a su vez, captaban a más socios. Éstos recibían altos intereses; pero, cuando la firma entró en quiebra, desapareció el capital de los socios.
En el caso de Telme —según información de la Superintendencia— se trata de una firma con conexiones en México, Singapur y Colombia.
En el sitio web de Telme se explica la oferta de la “empresa”: “Telme ha creado un nuevo esquema de compensación verdaderamente revolucionario en función de producir grandes ganancias, entre las más altas de la historia de las redes de mercadeo”.
“…Hay diferentes formas distintas para ganar dinero con Telme y todas pueden aplicar al mismo tiempo:… Comisión por venta directa; Comisión por referir distribuidores; Comisión por el trabajo de mi organización; Comisión por trabajo de mis referidos; Comisión por aumento de trabajo mes a mes…”.
La informacion sobre la empresa Telme es falsa. Esta copañia de comunicación es totalmente legal. Pueden revisar la información en la pagina de fundempresa.org.bo La compañia tambien tiene un convenio con Trasmedes Plustel. Pueden llamar a esta linea gratuita 800 272727
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