Las operadoras de telefonía móvil (celular) del país demandaron ayer nuevas frecuencias, menor burocracia y el apoyo de los vecinos y las autoridades regionales para poder mejorar la calidad del servicio que prestan, que en los últimos años ha sido deficiente.
Las quejas de los usuarios son permanentes y recurrentes sobre llamadas que se cortan, voces que se escuchan entrecortadas, los mensajes de texto que no llegan a tiempo, entre otros.
Ayer, la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sittel) reunió a los representantes de las tres empresas que brindan este servicio en el país (la estatal Entel, Tigo y Viva), en un seminario organizado para los medios.
Los ejecutivos de las tres telefónicas reconocieron las deficiencias del servicio; sin embargo, justificaron el problema.
Las empresas coinciden en que las autoridades municipales y los vecinos impiden que se amplíen las radiobases (antenas) en algunas zonas de las ciudades, por desinformación, relacionada con aspectos de salud, cuando el número de usuarios y el tráfico de llamadas se incrementa ágilmente. “Las empresas tienen antenas en sus depósitos a la espera de poder instalarlos”, explicó el director de Regulación de Entel, Waldo Pantoja. El ejecutivo de Viva, Daniel Bustos, indicó que, a pesar de las adversidades, se están aplicando soluciones eventuales para mejorar el servicio.
Mientras, el gerente de Regulación Institucional y Legal de Tigo, Eduardo Viñas, manifestó que reducir la burocracia de los trámites ayudaría a mejorar el servicio, puesto que se podría lograr rápidos permisos para la instalación de radiobases.
También indicó que una solución rápida y económica sería la asignación de nuevas frecuencias. Sin embargo, el súper del sector, Jorge Nava, aclaró que esto no depende de su despacho, sino de políticas de Estado.
Las quejas de los usuarios son permanentes y recurrentes sobre llamadas que se cortan, voces que se escuchan entrecortadas, los mensajes de texto que no llegan a tiempo, entre otros.
Ayer, la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sittel) reunió a los representantes de las tres empresas que brindan este servicio en el país (la estatal Entel, Tigo y Viva), en un seminario organizado para los medios.
Los ejecutivos de las tres telefónicas reconocieron las deficiencias del servicio; sin embargo, justificaron el problema.
Las empresas coinciden en que las autoridades municipales y los vecinos impiden que se amplíen las radiobases (antenas) en algunas zonas de las ciudades, por desinformación, relacionada con aspectos de salud, cuando el número de usuarios y el tráfico de llamadas se incrementa ágilmente. “Las empresas tienen antenas en sus depósitos a la espera de poder instalarlos”, explicó el director de Regulación de Entel, Waldo Pantoja. El ejecutivo de Viva, Daniel Bustos, indicó que, a pesar de las adversidades, se están aplicando soluciones eventuales para mejorar el servicio.
Mientras, el gerente de Regulación Institucional y Legal de Tigo, Eduardo Viñas, manifestó que reducir la burocracia de los trámites ayudaría a mejorar el servicio, puesto que se podría lograr rápidos permisos para la instalación de radiobases.
También indicó que una solución rápida y económica sería la asignación de nuevas frecuencias. Sin embargo, el súper del sector, Jorge Nava, aclaró que esto no depende de su despacho, sino de políticas de Estado.
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