El “hexápodo” es un robot de seis patas inspirado en una hormiga. Es capaz de ingresar a cualquier terreno y, si se equipa con una cámara, es el mejor explorador manejado por control remoto. Aunque parece salido de una película de ciencia ficción, el “hexápodo” fue creado en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Mayor de San Andrés... Y no es el único robot paceño.
“Un robot es un manipulador reprogramable de uso general con sensores externos que pueden efectuar diferentes tareas de montaje”, explica el ingeniero Javier Sanabria García, uno de los pocos expertos en la aún incipiente ciencia de la robótica en Bolivia.
“Pese a la necesidad de las industrias, la materia de robótica existe en las carreras de Ingeniería Electrónica o Ingeniería de Sistemas de sólo cuatro universidades públicas del país; y en ocho carreras de las 966 que existen en el sistema privado”, asegura Sanabria, representante de la UMSA en la Academia Nacional de Ciencias.
“Y es que una de las vetas para la robótica es la industria, pero también está la domótica (casas automatizadas) y la mecatrónica”, asegura por su parte el ingeniero Marcelo Gutiérrez, director de Ingeniería Electrónica de la Universidad Mayor de San Andrés. Esta carrera, desde su especialidad de control, es uno de los puntales en robótica.
“Desde hace varios años se ha estado realizando trabajos de investigación en la carrera de Ingeniería Electrónica, la mayoría destinados al campo industrial, pero también en otras áreas”, comenta Sanabria. Él mismo dirigió muchos de estos proyectos.
La máquinas programadas para realizar funciones definidas son ya comunes para los ingenieros. “El reto, y lo maravilloso, es crear una máquina que pueda emular la inteligencia humana”, opina Daniel López, joven ingeniero parte del Instituto de Electrónica Aplicada (IEA) de la UMSA.
Otros jóvenes profesionales bolivianos han creado robots con funciones específicas como un manipulador programado para reconocer notas musicales, del Ing. Marco Antonio Bustos Espinoza u otro capaz de reconocer automáticamente palabras, del Ing. Manuel Ricardo Tórrez Muñoz.
“La construcción de un robot no es fácil cuando realmente lo haces y entiendes todos sus circuitos y mandos. Aquí, en el IEA, creamos los sistemas, no se trata de armar módulos prefabricados”, opina Armando Rivero Salazar, el artífice del popular “hexápodo”.
“Las posibilidades de la robótica son infinitas y pueden aplicarse en todos los campos de la actividad humana; por eso es importante enseñarla”, asegura Marianela Laura, quien junto a sus colegas ingenieros Felisa Calle y Édgar Gonzales construyeron un laboratorio virtual de robótica, con todo y brazo mecánico incluido.
En este mundo de complicados sistemas se disuelve rápidamente la idea romántica del robot R2D2 de La guerra de las galaxias. A los ingenieros eso les causa risa. “Se puede crear un androide o hacerle una coraza bonita, pero lo importante es el sistema que lo mueve”, finaliza Sanabria.
Laboratorio virtual de robótica
La creación de un laboratorio virtual de robótica es una necesidad, especialmente en Bolivia donde no se tiene acceso a los circuitos y otros materiales, sostienen Marianela Laura, Felisa Calle y Édgar Gonzales, quienes en el Instituto de Electrónica Aplicada (IEA) de la UMSA crearon un laboratorio virtual de robótica.
“Este proyecto aporta al docente una herramienta para el proceso enseñanza-aprendizaje que permite el acceso remoto a las prácticas de laboratorio de control vía internet”, explican.
El sistema está desarrollado con tecnología en tres capas: un cliente web, un servidor de aplicaciones y un servidor con base de datos, que está conectado a un robot que es operado vía internet desde cualquier lugar del mundo para ver su funcionamiento,
En su prototipo, Laura, Calle y Gonzales crearon un brazo robótico que puede desempeñar funciones simples que van desde moverse verticalmente hasta agarrar objetos. “Los alumnos a distancia pueden ver mediante el video cómo opera el robot y analizar su funcionamiento”, sostienen.
Comando de servomecanisnos
El ingeniero Daniel Augusto López Torres, del IEA, creó un comando remoto de servoservicios a través de su línea de alimentación, que puede ser utilizado en el control electromecánico, la domótica, el gobierno de sistemas de potencias o hobbies como el modelismo ferroviario.
“Una línea de fuerza está integrada por un par de cables mediante los cuales se transporta energía para el funcionamiento de uno o varios dispositivos —explica—. Por dicha línea (cable) también se puede enviar señales de mando”. El sistema consta de un interfaz hombre-máquina a través del cual un operario puede realizar acciones de mando para un determinado dispositivo conectado a una línea de fuerza. Esta acción de mando es codificada a una sistema de potencia, para ser entregada al dispositivo que responderá a la orden dada.
Gracias a la codificación, un dispositivo comandado puede obedecer a varias acciones y varios dispositivos que se conectan a la misma línea. Y todo, sólo con dos cables, los de alimentación.
La utilidad de este sistema es amplia en el campo industrial.
Hexápodo de exploración
El “hexápodo” de exploración es un robot explorador que se basa en el movimiento de un insecto de seis patas, que fue creado por el ingeniero Armando Rivero salazar, del IEA de la UMSA.
“El prototipo diseñado es una aplicación de microcontroladores, sensores y una computadora; además de un tipo de motores especiales para tener un control preciso del movimiento de las patas del ‘hexápodo’ —explica Rivero—. La sincronización del movimiento es realizada por los microcontroladores, que a su vez están gobernados por la computadora. Diversos tipos de sensores pueden ser acoplados al sistema para lograr un determinado objetivo previa adaptación”.
Estos sistemas pueden tener una evolución en cuanto al tipo de controlador que se utiliza, además de volverlos autónomos aplicando técnicas de inteligencia artificial, según explica su creador.
Las principales aplicaciones del robot son las destinadas a la exploración, ya que puede llegar a lugares inaccesibles para el hombre como campos minados, cavernas o bosques rocosos. También se puede usar en tareas de rescate.
Mecatrónica, una carrera para “programar” el futuro
En el laboratorio de la materia de “Introducción a la Mecatrónica” de la más nueva carrera de la Universidad Católica Boliviana San Pablo, 35 estudiantes —ninguno mayor de 20 años— se empeñan en lograr que sus robots, construidos con piezas de rapid prototipe (prototipo rápido), esquiven obstáculos y lleguen a una meta.
“Cada parte del robot tiene una función, nosotros debemos hacer que, mediante sensores, reciban instrucciones y sean capaces de cumplir una misión, en este caso recorrer una pista de obstáculos”. José María Vargas explica la práctica del día. Desde hace un año, él y los compañeros del tercer semestre de la carrera de mecatrónica practican la creación de robots.
“Los estudiantes trabajan con el instructivo de resolver problemas; así deben construir robots autónomos para desempeñar determinadas funciones”, explica el docente Carlos Lazo.
En las mesas, cientos de piezas de Lego sirven para construir modelos de autos-robots. “Usamos los prototipos rápidos Lego Mindstorms en NXP, que son usados en los más importantes centros de ingeniería como el Tecnológico de Massachusset y el Tecnológico de Monterrey, y son el primer paso para que construyan un robot”, detalla el ingeniero.
“La carrera de Ingeniería Mecatrónica es resultado de la conjunción de Mecánica de Precisión, Ingeniería Electrónica, Sistemas de Control Computacional e Informática; pensando en el diseño de productos y en procesos de manufactura con miras a formar el ingeniero del presente milenio”, indica el ingeniero Giovanni Gismondi, director de la nueva carrera de la Universidad Católica.
Con 84 alumnos y apenas tres semestres de vida, Ingeniería Mecatrónica es una de las más populares y se expande. “Esta es la carrera del futuro. A mí siempre me impresionaron los robots y ahora yo puedo crearlos”, confiesa el estudiante Diego Mansilla,
Con el propósito de incentivar la creatividad y el interés de los jóvenes en la robótica, la carrera de Mecatrónica se suma a la convocatoria del concurso internacional WRO (World Robot Olympiad), dirigida a jóvenes estudiantes de ciclo medio y de primer semestre de la universidad.
El reto es crear robots con equipo Lego Mindstorms en NXP en miras al concurso que se llevará a cabo el 12 de agosto en La Paz. Los ganadores representarán a Bolivia en Corea; además cada colegio participante recibirá kits de robótica Lego. Informes: www,cta.com.bo
“Un robot es un manipulador reprogramable de uso general con sensores externos que pueden efectuar diferentes tareas de montaje”, explica el ingeniero Javier Sanabria García, uno de los pocos expertos en la aún incipiente ciencia de la robótica en Bolivia.
“Pese a la necesidad de las industrias, la materia de robótica existe en las carreras de Ingeniería Electrónica o Ingeniería de Sistemas de sólo cuatro universidades públicas del país; y en ocho carreras de las 966 que existen en el sistema privado”, asegura Sanabria, representante de la UMSA en la Academia Nacional de Ciencias.
“Y es que una de las vetas para la robótica es la industria, pero también está la domótica (casas automatizadas) y la mecatrónica”, asegura por su parte el ingeniero Marcelo Gutiérrez, director de Ingeniería Electrónica de la Universidad Mayor de San Andrés. Esta carrera, desde su especialidad de control, es uno de los puntales en robótica.
“Desde hace varios años se ha estado realizando trabajos de investigación en la carrera de Ingeniería Electrónica, la mayoría destinados al campo industrial, pero también en otras áreas”, comenta Sanabria. Él mismo dirigió muchos de estos proyectos.
La máquinas programadas para realizar funciones definidas son ya comunes para los ingenieros. “El reto, y lo maravilloso, es crear una máquina que pueda emular la inteligencia humana”, opina Daniel López, joven ingeniero parte del Instituto de Electrónica Aplicada (IEA) de la UMSA.
Otros jóvenes profesionales bolivianos han creado robots con funciones específicas como un manipulador programado para reconocer notas musicales, del Ing. Marco Antonio Bustos Espinoza u otro capaz de reconocer automáticamente palabras, del Ing. Manuel Ricardo Tórrez Muñoz.
“La construcción de un robot no es fácil cuando realmente lo haces y entiendes todos sus circuitos y mandos. Aquí, en el IEA, creamos los sistemas, no se trata de armar módulos prefabricados”, opina Armando Rivero Salazar, el artífice del popular “hexápodo”.
“Las posibilidades de la robótica son infinitas y pueden aplicarse en todos los campos de la actividad humana; por eso es importante enseñarla”, asegura Marianela Laura, quien junto a sus colegas ingenieros Felisa Calle y Édgar Gonzales construyeron un laboratorio virtual de robótica, con todo y brazo mecánico incluido.
En este mundo de complicados sistemas se disuelve rápidamente la idea romántica del robot R2D2 de La guerra de las galaxias. A los ingenieros eso les causa risa. “Se puede crear un androide o hacerle una coraza bonita, pero lo importante es el sistema que lo mueve”, finaliza Sanabria.
Laboratorio virtual de robótica
La creación de un laboratorio virtual de robótica es una necesidad, especialmente en Bolivia donde no se tiene acceso a los circuitos y otros materiales, sostienen Marianela Laura, Felisa Calle y Édgar Gonzales, quienes en el Instituto de Electrónica Aplicada (IEA) de la UMSA crearon un laboratorio virtual de robótica.
“Este proyecto aporta al docente una herramienta para el proceso enseñanza-aprendizaje que permite el acceso remoto a las prácticas de laboratorio de control vía internet”, explican.
El sistema está desarrollado con tecnología en tres capas: un cliente web, un servidor de aplicaciones y un servidor con base de datos, que está conectado a un robot que es operado vía internet desde cualquier lugar del mundo para ver su funcionamiento,
En su prototipo, Laura, Calle y Gonzales crearon un brazo robótico que puede desempeñar funciones simples que van desde moverse verticalmente hasta agarrar objetos. “Los alumnos a distancia pueden ver mediante el video cómo opera el robot y analizar su funcionamiento”, sostienen.
Comando de servomecanisnos
El ingeniero Daniel Augusto López Torres, del IEA, creó un comando remoto de servoservicios a través de su línea de alimentación, que puede ser utilizado en el control electromecánico, la domótica, el gobierno de sistemas de potencias o hobbies como el modelismo ferroviario.
“Una línea de fuerza está integrada por un par de cables mediante los cuales se transporta energía para el funcionamiento de uno o varios dispositivos —explica—. Por dicha línea (cable) también se puede enviar señales de mando”. El sistema consta de un interfaz hombre-máquina a través del cual un operario puede realizar acciones de mando para un determinado dispositivo conectado a una línea de fuerza. Esta acción de mando es codificada a una sistema de potencia, para ser entregada al dispositivo que responderá a la orden dada.
Gracias a la codificación, un dispositivo comandado puede obedecer a varias acciones y varios dispositivos que se conectan a la misma línea. Y todo, sólo con dos cables, los de alimentación.
La utilidad de este sistema es amplia en el campo industrial.
Hexápodo de exploración
El “hexápodo” de exploración es un robot explorador que se basa en el movimiento de un insecto de seis patas, que fue creado por el ingeniero Armando Rivero salazar, del IEA de la UMSA.
“El prototipo diseñado es una aplicación de microcontroladores, sensores y una computadora; además de un tipo de motores especiales para tener un control preciso del movimiento de las patas del ‘hexápodo’ —explica Rivero—. La sincronización del movimiento es realizada por los microcontroladores, que a su vez están gobernados por la computadora. Diversos tipos de sensores pueden ser acoplados al sistema para lograr un determinado objetivo previa adaptación”.
Estos sistemas pueden tener una evolución en cuanto al tipo de controlador que se utiliza, además de volverlos autónomos aplicando técnicas de inteligencia artificial, según explica su creador.
Las principales aplicaciones del robot son las destinadas a la exploración, ya que puede llegar a lugares inaccesibles para el hombre como campos minados, cavernas o bosques rocosos. También se puede usar en tareas de rescate.
Mecatrónica, una carrera para “programar” el futuro
En el laboratorio de la materia de “Introducción a la Mecatrónica” de la más nueva carrera de la Universidad Católica Boliviana San Pablo, 35 estudiantes —ninguno mayor de 20 años— se empeñan en lograr que sus robots, construidos con piezas de rapid prototipe (prototipo rápido), esquiven obstáculos y lleguen a una meta.
“Cada parte del robot tiene una función, nosotros debemos hacer que, mediante sensores, reciban instrucciones y sean capaces de cumplir una misión, en este caso recorrer una pista de obstáculos”. José María Vargas explica la práctica del día. Desde hace un año, él y los compañeros del tercer semestre de la carrera de mecatrónica practican la creación de robots.
“Los estudiantes trabajan con el instructivo de resolver problemas; así deben construir robots autónomos para desempeñar determinadas funciones”, explica el docente Carlos Lazo.
En las mesas, cientos de piezas de Lego sirven para construir modelos de autos-robots. “Usamos los prototipos rápidos Lego Mindstorms en NXP, que son usados en los más importantes centros de ingeniería como el Tecnológico de Massachusset y el Tecnológico de Monterrey, y son el primer paso para que construyan un robot”, detalla el ingeniero.
“La carrera de Ingeniería Mecatrónica es resultado de la conjunción de Mecánica de Precisión, Ingeniería Electrónica, Sistemas de Control Computacional e Informática; pensando en el diseño de productos y en procesos de manufactura con miras a formar el ingeniero del presente milenio”, indica el ingeniero Giovanni Gismondi, director de la nueva carrera de la Universidad Católica.
Con 84 alumnos y apenas tres semestres de vida, Ingeniería Mecatrónica es una de las más populares y se expande. “Esta es la carrera del futuro. A mí siempre me impresionaron los robots y ahora yo puedo crearlos”, confiesa el estudiante Diego Mansilla,
Con el propósito de incentivar la creatividad y el interés de los jóvenes en la robótica, la carrera de Mecatrónica se suma a la convocatoria del concurso internacional WRO (World Robot Olympiad), dirigida a jóvenes estudiantes de ciclo medio y de primer semestre de la universidad.
El reto es crear robots con equipo Lego Mindstorms en NXP en miras al concurso que se llevará a cabo el 12 de agosto en La Paz. Los ganadores representarán a Bolivia en Corea; además cada colegio participante recibirá kits de robótica Lego. Informes: www,cta.com.bo
No hay comentarios:
Publicar un comentario