Eran las 12.00 y Sandra tenía poco más de media hora para recoger a sus dos hijos del colegio. Ya estaba retrasada. En segundos su preocupación se convirtió en angustia debido a que no podía comunicarse con ninguno de los escolares. La mujer intentó una y otra vez llamar a sus hijos, pero la línea estaba muerta.
Además de La Paz, escenas similares se registraron en Cochabamba y Pando, departamentos donde ayer el servicio de telefonía móvil de Entel colapsó desde las 11.00, debido a un percance “fortuito” ocurrido en la central telefónica de La Paz, de la cual depende la señal que llega a las otras dos regiones, según informó a La Razón el responsable de Comunicación de la compañía, Víctor Hugo Rosales.
Aunque dijo que el tema todavía está en investigación, indicó que el problema pudo deberse a la “falta de señalización entre el corazón de nuestro sistema de servicio móvil y el sistema de autentificación, que reconoce las llamadas entrantes y salientes”.
Explicó que la falla, resuelta casi en su totalidad a las 15.00, provocó una “degradación severa” en el servicio; lo que significa que “alguna gente podía comunicarse, pero la gran mayoría no”.
Así lo comprobó un grupo de periodistas que se encontraba en el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) y cuyo intento de hablar con sus fuentes fue inútil. Algunos de ellos requerían además pedir refuerzos por teléfono para cubrir una rueda de prensa en el Ministerio de Justicia.
Según el director sectorial de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), Fabián Tito, el operador tiene hasta hoy para presentar un informe técnico sobre lo ocurrido.
En función al mismo, afirmó, el ente emitirá algún criterio. La autoridad adelantó que un informe verbal de la empresa da cuenta que la caída en el sistema se debió a “un problema de autentificación” de las llamadas.
El inconveniente se hizo evidente también en los centros de llamadas Entel de la sede de gobierno. Los mismos se llenaron de gente que, imposibilitada de usar su celular, precisaba con urgencia emplear una cabina. En todos los casos, la respuesta que recibían era la misma: “No hay cabinas, la señal se ha caído”.
Rosales aseguró que técnicos de Entel, con ayuda de la empresa proveedora de sus equipos, realizaron labores de diagnóstico y reparación del servicio desde el momento en que se presentó el problema. Añadió que el sistema no pudo recobrar su capacidad con mayor prontitud debido a que los usuarios insistían en realizar sus llamadas. “No se trata de ningún caso de negligencia atribuible a Entel”, sostuvo.
Añadió que en el resto de las regiones del país —dependiente de la central ubicada en Santa Cruz— el servicio fue normal, con excepción de algunos niveles de saturación mínimos.
La Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) cuenta actualmente con casi 2,5 millones de usuarios a nivel nacional.
Además de La Paz, escenas similares se registraron en Cochabamba y Pando, departamentos donde ayer el servicio de telefonía móvil de Entel colapsó desde las 11.00, debido a un percance “fortuito” ocurrido en la central telefónica de La Paz, de la cual depende la señal que llega a las otras dos regiones, según informó a La Razón el responsable de Comunicación de la compañía, Víctor Hugo Rosales.
Aunque dijo que el tema todavía está en investigación, indicó que el problema pudo deberse a la “falta de señalización entre el corazón de nuestro sistema de servicio móvil y el sistema de autentificación, que reconoce las llamadas entrantes y salientes”.
Explicó que la falla, resuelta casi en su totalidad a las 15.00, provocó una “degradación severa” en el servicio; lo que significa que “alguna gente podía comunicarse, pero la gran mayoría no”.
Así lo comprobó un grupo de periodistas que se encontraba en el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) y cuyo intento de hablar con sus fuentes fue inútil. Algunos de ellos requerían además pedir refuerzos por teléfono para cubrir una rueda de prensa en el Ministerio de Justicia.
Según el director sectorial de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Telecomunicaciones y Transportes (ATT), Fabián Tito, el operador tiene hasta hoy para presentar un informe técnico sobre lo ocurrido.
En función al mismo, afirmó, el ente emitirá algún criterio. La autoridad adelantó que un informe verbal de la empresa da cuenta que la caída en el sistema se debió a “un problema de autentificación” de las llamadas.
El inconveniente se hizo evidente también en los centros de llamadas Entel de la sede de gobierno. Los mismos se llenaron de gente que, imposibilitada de usar su celular, precisaba con urgencia emplear una cabina. En todos los casos, la respuesta que recibían era la misma: “No hay cabinas, la señal se ha caído”.
Rosales aseguró que técnicos de Entel, con ayuda de la empresa proveedora de sus equipos, realizaron labores de diagnóstico y reparación del servicio desde el momento en que se presentó el problema. Añadió que el sistema no pudo recobrar su capacidad con mayor prontitud debido a que los usuarios insistían en realizar sus llamadas. “No se trata de ningún caso de negligencia atribuible a Entel”, sostuvo.
Añadió que en el resto de las regiones del país —dependiente de la central ubicada en Santa Cruz— el servicio fue normal, con excepción de algunos niveles de saturación mínimos.
La Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) cuenta actualmente con casi 2,5 millones de usuarios a nivel nacional.
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