Un arqueólogo y comunarios de la provincia Sud Yungas de La Paz denunciaron que la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (Entel) causó destrozos en las ruinas de un observatorio militar inca en el cerro Jach’a Takuri, de Yanacachi, en La Paz, pero la telefónica niega daños a la estructura y afirma haber instalado una antena de telefonía móvil con el consentimiento de la Unidad Nacional de Arqueología (Unar) y a pedido de autoridades del lugar.
El ministro de Culturas, Pablo Groux, negó tener conocimiento del problema y anunció que instruirá que se hagan verificaciones. La autoridad advirtió que “para toda intervención rural, las empresas públicas o privadas deben contar con la ficha ambiental y, si es un área patrimonial, deben además contar con la autorización de la Unar”.
En 2007 se abrieron vías para elevar la torre en esta zona que está en el camino prehispánico de Takesi, en el tramo entre Yanacachi a Villa Azpiazu. A inicios de este año la antena empezó a emitir señal y fue inaugurada oficialmente el 6 de agosto.
Un arqueólogo que trabajó en la zona y prefirió mantener el anonimato señaló que “éste es un lugar muy importante porque, además de ser usado como un observatorio militar por los incas, llegó a ser una pequeña ciudadela y ahora está seriamente afectada por la movilización de maquinaria pesada”.
Según la fuente, “este sector y otras áreas patrimoniales son permanentemente afectadas debido a que las autoridades de municipios y de la Prefectura dan autorizaciones para apertura de caminos, construcciones e incluso explotaciones mineras”.
Como ejemplo, el informante se remitió a la destrucción de la necrópolis de Yakaspata, de la cultura Mollo, en la zona de Ambaná (provincia Camacho de La Paz), donde el año pasado la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) abrió un camino.
A través del especialista, comunarios de la región señalaron que en su momento advirtieron del perjuicio, pero que sus denuncias fueron desoídas porque fue el mismo municipio de Yanacachi el que comandó las obras que se hicieron con maquinaria de la Prefectura.
Según David López, responsable del área de Medio Ambiente de Entel, “los trabajos se efectuaron por pedido expreso de la Alcaldía de Yanacachi y los comunarios, y ellos mismos tramitaron las licencias; es decir, la ficha ambiental que da el Ministerio de Medio Ambiente y Aguas, y la autorización necesaria para cualquier intervención en sitios arqueológicos, que otorga la Unar”.
López agregó que los papeles están en la Alcaldía del municipio yungueño “y nosotros contamos con las copias de respaldo, porque Entel no hace ningún proyecto sin consenso con la gente del lugar donde se trabaja”.
“Las obras se hicieron por pedido expreso de la Alcaldía de Yanacachi”.
Para destacar
Entel elevó una torre en el cerro Jach’a Takuri, de Yanacachi, para dotar a la zona del servicio de telefonía móvil.
Un arqueólogo y comunarios denuncian que las obras causaron daños a unas ruinas patrimoniales incaicas.
Según Entel, fue la Alcaldía de Yanacachi la que pidió el servicio y gestionó todos los trámites necesarios.
Para toda obra en áreas rurales, es necesaria una ficha ambiental que se da sólo tras comprobar que no habrá daños.
Si la intervención es en un sitio arqueológico, se debe también contar con el visto bueno del Ministerio de Culturas.
Además de estos trámites, el ministro Groux dijo que no hay un reglamento específico para casos de daño a patrimonio.
La autoridad afirmó que, en caso de destrucción de áreas arqueológicas, se procesa a los responsables por la vía penal.
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