El boliviano Miklos Cari Sivila (30) logró el segundo lugar en la competencia mundial Imagine Cup, que promueve el uso y la creación de sistemas informáticos y tecnología de la información para diversas aplicaciones.
El evento, que se desarrolla desde hace nueve años bajo el patrocinio de la multinacional Microsoft, esta vez tuvo lugar en Polonia y cerró el jueves pasado, con la entrega de premios a los ganadores. “Estoy feliz de hacer que Bolivia aparezca en el mapa. Mucha gente me ha preguntado dónde es Bolivia”, afirmó emocionado el boliviano, que reside en Cochabamba y que por segunda vez participa en esta competencia.
El trabajo con el que ganó consistió en dar soluciones a situaciones específicas de una empresa, proveer servicios y estructuras informáticas, pero considerando métodos para reducir gastos y consumo de energía, dos elementos principales en las metas globales y los objetivos del milenio.
Cari, formado en ingeniería civil, empezó a trabajar en una empresa de desarrollo de software que le motivó a aprender más de este tema. Hizo una maestría en Sistemas de Información y a partir de allí dice que pudo dar rienda suelta a esa pasión por la creación de software.
Fue el único participante boliviano. Compitió en la categoría de Desafío en Tecnología de la Información (TI), donde el reto fue desarrollar, implantar y mantener sistemas eficaces, funcionales, robustos y seguros.
Según los organizadores, fueron 325.000 estudiantes de todo el mundo los que participaron en diferentes categorías este año. “Son jóvenes de universidades o egresados que con energía y creatividad logran resolver problemas graves de la sociedad utilizando la magia del software”, manifestó el director regional de programas académicos y desarrollo de economías locales de Microsoft, Leandro Doeyo.
La idea es que los sistemas informáticos y sus distintas aplicaciones sean herramientas capaces de proponer soluciones a problemas grandes que existen en el mundo. Doeyo citó, por ejemplo, que un equipo de participantes de Colombia ya propuso en anteriores versiones del concurso soluciones informáticas y de diseño pensando en las personas que resultan heridas por la existencia de bombas terrestres en ese país. “Deben reinsertarse a la sociedad y el software puede proveer alternativas que ayuden a tener más contacto con la medicina y las terapias físicas”, expresó.
Otro ejemplo lo dio un equipo de México, que a partir de una planta que alivia casos de malaria creó un sistema tecnificado para que las personas adopten un ejemplar que pueda ser cultivado en un vivero especial. De este modo se aseguran que la planta alcance su potencial máximo para constituirse en una alternativa para curar la enfermedad.
En la versión de este año, aproximadamente 92.000 participantes provinieron de países de América Latina. Muchos se presentaron en grupo, otros, como el boliviano, lo hicieron en forma individual.
Doeyo indicó que si bien existe un premio económico, el mayor rea
lce de este tipo de competencias es que muchos de los sistemas propuestos pueden aplicarse. Es el caso de un grupo de alumnos de Brasil, que incluso sin ganar un premio decidió llevar adelante el proyecto relacionado con el uso de telefonía celular en lugares alejados. O el caso de participantes de Argentina, que llevaron a la práctica una solución informática para aplicar en educación con métodos adaptados a su región.
Además, Microsoft tiene un programa que permite a los ganadores ingresar a un programa donde reciben herramientas para encarar los proyectos con enfoque comercial y comprobar que éstos pueden constituirse en negocios a futuro.
“Es un honor haber estado entre los mejores, compartir con tanta gente de distintos países”, manifestó el ganador boliviano. Dijo que retornará al país dispuesto a animar a más personas a participar en Imagine Cup. Considera que este evento es una oportunidad para enfrentar los conocimientos con el mundo. “No piensen que no pueden, inténtenlo, asuman el reto. Lo importante es nunca darse por vencido”, expresó.
IKLOS CARI «Hay que animarse y participar»
- ¿Cómo te preparaste para esta competencia?
- Empecé en agosto, estudiando tecnologías de la información ya desarrolladas y las soluciones que ofrecían. Después vino una etapa de exámenes en línea y ensayos. Hay que proponer diseños y soluciones de comunicación. Se escogen las mejores propuestas que van a competir en otra esfera, donde hay 24 horas para resolver desafíos que valen más puntaje.
- ¿Qué tipos de caso te tocó resolver?
- Son casos como los que se suelen ver regularmente, como ataques de virus a la red o caída del servidor. Hay que proponer soluciones, proveer servicios en un tiempo determinado y con estructuras que economicen costos y uso de energía, de modo que vayan con los objetivos del milenio.
- ¿Cuántas horas pasas frente al computador?
- ¡Uf!, deben ser 14 ó 16. Es mucho tiempo, pero me lo paso estudiando, leyendo lo que me gusta.
- ¿Qué hace la firma para la que trabajas en Bolivia?
- Trabajo en una empresa de desarrollo de software. Ahora, con la experiencia de la competencia en Imagine Cup, vuelvo al país con más confianza para seguir en ese campo.
- ¿Crees que hay incentivo en Bolivia para desarrollar tecnología?
- Me he enterado de Imagine Cup por mi propia cuenta, investigando diferentes sitios, pero no porque haya visto esto divulgarse en universidades. No hay suficiente promoción. Ahora me comprometo a difundir más esto, porque otros jóvenes tienen que animarse a participar. Hay mucho talento, pero falta incentivarlo. A las autoridades les digo que el desarrollo de tecnología es un generador de trabajo increíble.
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