Sentencia: El juez encargado del caso rebajó su pena de cinco años de prisión a tres años de libertad condicional sin sanción económica alguna, pese a la cifra sustraída.
Moscú/ EFE.- Un hacker ruso se libró ayer de la cárcel pese a declararse culpable de robar 10 millones de dólares (unos siete millones de euros) a una antigua filial del Royal Bank of Scotland (RBS).
Yevgueni Anikin, de 27 años, fue condenado a tres años de libertad condicional por formar parte de un grupo de piratas informáticos que en 2008 robó grandes cantidades de dinero de clientes del sistema de pago World Pay, según las agencias rusas.
Los hackers elevaban al máximo el límite de efectivo que podían retirar los clientes de una sola vez para luego utilizar estos privilegios en cajeros automáticos de Europa, Asia y Estados Unidos con tarjetas de crédito falsificadas.
En su alegato final, Anikin dijo: “Me arrepiento y admito toda mi culpa. Creo que ya he pagado un alto precio por lo que hice, porque cuando mi mujer estaba embarazada, yo me encontraba en prisión preventiva”.
Además, el condenado se compró dos pisos de una casa en la ciudad siberiana de Novosibirsk y un vehículo de lujo desde 2008.
“No es sólo mi destino el que está en juego (con este juicio), sino también el de mi hijo, que todavía no tiene ni un año”, agregó el ruso ante un tribunal de Novosibirsk.
El juez encargado del caso rebajó su pena de cinco años de prisión a tres años de libertad condicional sin sanción económica alguna.
En la sentencia, se tuvo en cuenta la existencia de un hijo dependiente y que Anikin hubiera firmado un acuerdo de cooperación con World Pay, a la que ya había comenzado a pagar parte de los daños económicos ocasionados.
Anikin había pasado un año en prisión preventiva y estaba bajo arresto domiciliario desde 2009.
Otro miembro del grupo de hackers fue condenado a seis años de cárcel en septiembre de 2010.
De Rusia salieron algunos de los piratas informáticos más conocidos, como el programador que creó Zeus, un software malicioso introducido como un programa espía que se oculta en los ordenadores para detectar las pulsaciones de las teclas y robar así las contraseñas.
Para destacar
Anikin habría firmado un acuerdo de cooperación con World Pay, a la que comenzó a pagar parte de los daños económicos.
Fue detenido en 2009, y con el dinero sustraído se compró dos apartamentos en Novosibirsk, además de un coche de lujo.
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