27 febrero 2011

Optimismo y recelo: ¿No más Internet “underground” en Cuba?

Pese a los esfuerzos colectivos de miles de cubanos para expresarse a través de la tecnología, las comunicaciones desde y hacia Cuba por Internet no son fáciles y mucho menos baratas | La llegada a la isla desde Venezuela de un cable submarino de fibra óptica hace dos semanas, inyecta una cuota de esperanza y suspicacia en la comunidad cubana que radica en Cochabamba.

Blogueros, periodistas independientes, funcionarios públicos, estudiantes y ciudadanos comunes y corrientes en Cuba, libran una batalla clandestina hace varios años para sumarse a las nuevas tecnologías de comunicación e información. En Cochabamba, casi un centenar de residentes cubanos, se debaten entre recibir la noticia de una apertura informática que les permita mayor comunicación con sus seres queridos, con entusiasmo o precaución.

El 2000, en la isla había sólo un Cibercafé y la estricta prohibición de tener computadores personales. El desarrollo de Internet se había centrado principalmente en el turismo y en las políticas gubernamentales que se pretendía difundir.

Hoy se han instalado cafés virtuales en distintas zonas de las principales ciudades de las 14 provincias cubanas y se registran 480 mil direcciones de correo personales concedidos por el gobierno de forma selectiva, pero sólo hay 190 mil usuarios habituales de Internet (menos del 2 por ciento de la población) de un total de aproximadamente 12 millones de habitantes.

“Una combinación de la política del gobierno, el embargo comercial de EE.UU. y limitaciones económicas, impiden que la gran mayoría de los cubanos tengan acceso a Internet”, explica Aymara Morales, cubana, Directora de Primaria del Centro Educativo

Vocacional Boliviano Cubano III Milenio, radicada en Bolivia desde hace 16 años.
Morales, al igual que la mayoría de los cubanos radicados en la Llajta, recurre a Internet esporádicamente para comunicarse con su madre.

“Le escribo a pesar de que a veces el correo me rebota y termino llamándola por teléfono para averiguar qué pasó”, cuenta.

El acceso restringido a las cuentas tiene un trasfondo político y técnico, probablemente impulsado por las políticas de bloqueo patrocinadas por el gobierno de EE.UU. que desalienta a los sitios Web y a otros países de facilitar el acceso tecnológico a Cuba.

Pero políticas internas que prohíben la inversión en las telecomunicaciones e impiden al gobierno la adquisición de direcciones IP, dan cuenta de un bloqueo interno igualmente efectivo y real.

“En Cuba el acceso a Internet está limitado a los académicos, médicos, funcionarios públicos de alto rango y empresarios extranjeros”, asegura un médico cubano radicado en Cochabamba, que se niega a hacer público su nombre por temor a represalias políticas.

Aunque el gobierno cubano declaró el acceso a Internet un "derecho fundamental" del pueblo, todos los accesos a Internet requieren autorización del Estado y la supervisión por el Ministerio cubano de Informática y Comunicaciones.

“Allá es difícil tener acceso a Internet, pero no imposible.”, asegura otro profesor cubano radicado en esta ciudad, que igualmente solicita permanecer en el anonimato.

”Hay gente que te conecta (underground) por precios entre 15 y 100 dólares mensuales, dependiendo de la calidad del servicio”, dice.

“Allá se paga por servicio, no por hora”, explica Morales. Usualmente, las cuentas cubanas para correos electrónicos terminan en “cu” y sólo funcionan internamente.

CUBANOS QUE NUNCA HAN VISTO SUS CUENTAS

Mientras en Bolivia, una persona de cada veinte, está conectada a Internet, en Cuba sólo una de cada cincuenta tiene acceso a la red.

“Existen cubanos que tienen cuentas de Facebook que nunca han visto”, afirma Morales; “esto porque no existe una empresa privada a cargo de los ciber-cafés. A Yahoo, Gmail, Hotmail, y otras, se accede con muchas limitaciones y las casillas electrónicas que alquila el gobierno tienen restricciones”.

Casi un centenar de cubanos radica en Cochabamba, de un total de mil en todo Bolivia. La mayoría están casados con bolivianos y se dedican a diferentes oficios y profesiones. Una decena de ellos, que cuenta con estudios superiores de magister y doctorado en Cochabamba, coinciden en que la apertura informática de su país de origen es necesaria y urgente, pero inexistente a la fecha.

El control gubernamental sobre los límites físicos, jurídicos y económicos es ciertamente el más preocupante, pero no sólo el gobierno cubano coarta la propiedad privada de hardware.

“Aunque yo no me comunico con mis amigos en Cuba por Internet sino por teléfono, creo que estar desconectado va en desmedro hasta de la formación de los profesionales en Cuba. Piense que para hacer una tesis, aquí en Cochabamba, un estudiante puede revisar bibliografía sin límites. Allá, el mismo estudiante se limita a las publicaciones locales”, indica el médico que pide no ser identificado.

Otra de las grandes falencias es el acceso público de los cubanos a Internet. “Los cafés de Internet son escasos, la gente hace filas interminables en las aceras y una vez que llega su turno, es posible que su objetivo quede inconcluso porque la conexión está caída o simplemente no se puede abrir una página”, explica Morales.

Existe también una prohibición estatal para vender computadores y los que están disponibles son chinos y con deficientes capacidades que cuestan entre $us. 700 y $us. 800, cifras absolutamente incongruentes con el sueldo mínimo que equivale a 150 pesos cubanos, o sea Bs.- 47,90, según el médico entrevistado.

“Si Ud. revisara mi cuenta en Facebook, encontraría 5 o 6 contactos cubanos, un par de periodistas y otro par de colegas médicos. El resto de mis conocidos no tiene acceso a Internet. No tengo cómo ubicarlos, menos comunicarme con ellos porque no tienen computador”, agrega el doctor.

INTERNET “UNDERGROUND”

Según cifras oficiales, sólo 3,3 de cada 100 habitantes tiene una computadora propia. Raúl Castro liberó hace dos años la venta de ordenadores, pero Internet continúa limitado. Entre 11,2 millones de habitantes hay apenas 1,4 millones con acceso a la red.
Las conexiones por hora son posibles en hoteles pagando alrededor de 75 Bs., lo que explica porqué un número indeterminado de cubanos accede ilegalmente a Internet a través de ofertas en el mercado negro con conexiones compartidas.

Para escribir un correo electrónico a algún conocido fuera de Cuba, los dedicados al negocio de la informática pirata recurren a

cuentas de funcionarios autorizados con “e-mail”, alquilan sus contraseñas a clientes de confianza y exigen que se conecten de noche y nunca a páginas políticas.

“Para un informático no es difícil colarse por las rendijas de la tecnología”, explica Jorge Zambrana, Ingeniero electrónico y docente investigador de la UMSS.

El costo de conexión en Cuba es de alrededor de Bs. 31 la hora, (lo que equivale a poco menos de la mitad del salario promedio mensual) y las conexiones son extremadamente lentas.

Cada conexión permite trabajar con apenas 393 megabytes por segundo de bajada y 209 de subida (una conexión tradicional es de 50 gigabytes).

“En Bolivia, un usuario normal utiliza unos 129 kilobytes para navegar en la ciudad; en las zonas rurales se maneja con unos 69 kilobytes por lo bajo, dependiendo de las necesidades”, explica Zambrana. “Sin embargo, hay que aclarar que esta utilización de

Internet es como repartir agua de un caudal. Por ejemplo, en la Facultad de Ingeniería tenemos acceso a 4 megas, que son distribuidos entre secretarias, docentes y estudiantes. Es una cantidad bastante buena para un solo edificio”.

En este escenario, la mayoría de los cubanos elige la intranet nacional (que cuesta aproximadamente Bs. 10 la hora) con tal de estar conectados, pese a estar conscientes de que existen sitios prohibidos a los que no pueden acceder.

Algunos cubanos nunca han leído el blogg de Yoani Sánchez (creado el 2007 y bloqueado el año siguiente), ganadora de muchos premios internacionales por sus críticas a Cuba, no han escuchado hablar de sitios como CubaNet, página de la prensa independiente cubana o bitacoracubana.com, entre otros, donde la mirada sobre la realidad de la isla, dista de la del gobierno.

Las fórmulas para mantener con vida blogs y sitios cubanos desde el interior de Cuba, pasan por recurrir a amigos en el extranjero que asumen las actualizaciones y negocian los servidores en el exterior.

NUEVA FIBRA ÓPTICA

En el marco de la Convención Internacional Informática-2011, en la que participaron unos 2.000 delegados de 35 países, el gobierno cubano anunció la llegada a la isla de un cable submarino desde Venezuela.

La fibra óptica de 1.600 km. que arribó a Santiago de Cuba el pasado 8 de febrero, permitirá una conexión de 640 gigabytes por segundo y facilitará el acceso de la población a Internet. La instalación que multiplicará por tres mil la capacidad de trasmisión y recepción, se completará a principios de marzo y costará 70 millones de dólares aproximadamente.

El cable que se extenderá desde las ciudades de Camurí (en Venezuela), hasta Siboney (Cuba), no supone la extensión inmediata del acceso de los cubanos a la red porque la isla requiere invertir en infraestructura y tecnología.

La isla dispone de Internet desde 1996 mediante un enlace por satélite, con un ancho de banda que le permite apenas 393 megabytes por segundo de bajada y 209 de subida.

Como el ancho de banda es para todos los usuarios en Cuba, seguirá lenta y vedada a las cuentas individuales.

RECELO EN COCHABAMBA

Después de que Egipto cortara la señal de Internet y de teléfonos celulares, los ojos del mundo están puestos en Cuba: uno de los países que junto a China, Corea del Norte e Irán, entre otros, limita severamente el uso de las nuevas tecnologías.

Tanto el médico como el profesor entrevistados para este reportaje, se muestran recelosos de la real apertura de Internet en la isla, tras la llegada de la fibra óptica.

“El gobierno siempre estará preocupado porque los cubanos confluyan en las nuevas redes sociales y se salten las barreras ideológicas”, coincidieron.

“Las leyes en torno al uso de Internet podrían ser todavía muy restrictivas”, afirma Morales.
“Y la lucha por superar las limitaciones y restricciones a las que están sometidos algunos cubanos sigue vigente”, añade.

El nuevo sistema llevado desde Venezuela, podría entrar en funcionamiento en julio, tras las inversiones que realizará el gobierno en la infraestructura de redes para llevar Internet a los hogares cubanos. En ese momento Cuba estará nuevamente en la mira, para ver si el embargo económico sobre la isla es la principal causa por la que millones de cubanos no pueden contar con este servicio en pleno siglo XXI o el miedo a una revolución tecnológica a partir de redes sociales que pululan en Internet ... como la que presenciamos en Egipto.

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