Los teléfonos móviles y la web son, hoy por hoy, recursos eficaces para promover la democracia, según un estudio que comprobó que esos avances tecnológicos contribuyen más que otros medios como la diplomacia y los medios de difusión, a la defensa de derechos humanos, sobre todo en países gobernados por regímenes autoritarios.
No por casualidad, dice la investigación publicada en el Internacional Journal of Human Rights, coordinada por Indra De Soysa de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología de Trondheim, ambos se convirtieron en uno de los símbolos de las revueltas en el norte de África y Medio Oriente.
Tras examinar la relación entre los instrumentos de comunicación y el respeto a los derechos humanos en 137 países, los estudiosos concluyeron que la presencia de conexiones a internet y la difusión de los teléfonos móviles constituyen una ayuda.
“En un país bajo dictadura incidiría más el trabajo de una compañía de telecomunicaciones que un ministro de Exteriores”, conjeturó De Soysa. El investigador citó la rebelión en Egipto y el caso del ejecutivo retenido más de una semana por la Policía por haber organizado protestas contra Hosni Mubarak con Facebook y Twitter-, de quien dijo que “no habría logrado movilizar tantas personas sin ayuda de las redes sociales”.
Entre las nuevas formas de comunicación y los movimientos de protesta existe una “correlación evidente”, opinó el estudioso Mario Morcellini.
“Es más fácil para el poder controlar el periodismo, que es una forma de comunicación administrada por mediadores, que un tipo de información fragmentada en miles de centros. Inquietante es el caso de China, donde hay indicios comprobados de un sistema político que se las arregla para rastrear también las formas de oposición que se forman en la red”, aseveró.
Esto “no sucedió en cambio en las plazas norafricanas, donde los poderes no estaban preparados para esta forma de insurrección social y donde los intentos de bloquear la red resultaron tardíos”, añadió.
Cerrar “los grifos” a estas comunicaciones, como sucede también en Libia, no parece beneficiar a los mismos gobiernos que, según el parecer de Gianfranco Lizza, docente de Geopolítica en la Sapienza, “demuestran así no sólo que son débiles sino incapaces de domar al tigre”.
La voz y las ideas
# Medios Según los expertos, la premisa debe ser siempre la madurez de la sociedad civil, pero instrumentos como los celulares y la web menguan las posibilidades para los estados de impedir la circulación de las ideas.
# Propaganda La propaganda puede ser del Gobierno, como en África, o de otros intereses políticos y económicos igualmente poderosos, como ocurre en muchísimos otros países, incluyendo las “grandes” democracias occidentales.
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