La decisión está tomada. Los consejos de Administración y de Vigilancia de COTES aprobaron la realización de una reestructuración administrativa del personal de la cooperativa previendo revertir los indicadores de déficit que se han reportado en los últimos años. Los trabajadores anuncian que no permitirán descuentos ni despidos.
La decisión la tomaron los cincos consejeros de Administración con el visto bueno de los tres consejeros de Vigilancia tras una ardua deliberación el pasado viernes y tras haber sostenido, una reunión en la que se pidieron criterios a los gerentes de área, jefes de división y algunos encargados de servicio. “Se pudo corroborar la delicada situación en la que se encuentra COTES Ltda. por lo que amerita proceder de inmediato a encauzar la política general de la cooperativa, con medidas que coadyuven a la reversión de los resultados económicos para la gestión 2011”, versa uno de los considerandos de la resolución emitida pare este efecto y a la cual tuvo acceso este diario.
Y, en efecto, la última asamblea general de socios de la cooperativa realizada hace un par de semanas en el teatro Gran Mariscal, reveló una noticia nada alentadora: que en los últimos años COTES ha ido arrojando déficit tras déficit, resultados que hasta la fecha ya sobrepasan los $us 2 millones. Aunque los ejecutivos de COTES aseguran que se cuenta con un buen “colchón financiero” esta situación no podrá sostenerse por varios años más. En 2009, el déficit operativo fue de cerca de $us 600 mil y en 2010, el déficit fue de $us 1.1 millones, según se desprende de la memoria institucional de la cooperativa.
De cuerdo con la resolución Nº 21, COTES asume que el déficit de la gestión 2010 obedece a la merma de ingresos por intereses tras la devolución de los $us 500 a cada socio. La decisión significó casi $us 10 millones erogados, a lo que se suma la considerable baja de ingresos por concepto de telefonía básica a razón del vertiginoso incremento del uso de los celulares.
Pero hay más, los consejos consideran que la estructura del personal requiere de una evaluación y análisis que permita una nueva asignación de funciones acorde a la realidad, así como la necesidad de evaluación periódica del desempeño y del cumplimiento de metas, aspecto que ocasiona un ambiente de “enfrentamiento interno entre trabajadores” que se trasuntan a jefes y a los propios consejeros.
La parte medular de la resolución también reconoce que la planilla de sueldos y salarios de COTES “es muy elevada y no guarda relación con las de otras empresas de servicio de nuestro medio” y, por otra parte, que “el bono de antigüedad se incrementa de manera desproporcional”. Estos aspectos, para los consejeros, “hacen que el porcentaje de gasto en esa partida sea mayor al recomendable”.
Bajo esta reflexión, los consejeros “instruyeron”, el pasado viernes, la reestructuración del personal de COTES para lo cual se licitará los servicios de una consultora especializada.
VERSIÓN DE LOS TRABAJADORES
Entre los trabajadores rápidamente empezó a crecer la incertidumbre sobre reestructuración. “No conocemos si el alcance de una restructuración será rebaja de sueldos, disminución de personal, no sabemos los alcances, mucho más ahora cuando se ha derogado el 21060, estamos más respaldados por las leyes laborales. No vamos a aceptar rebaja de sueldos ni despido de personal”, dijo la representante del Sindicato de COTES, Cecilia Campos.
El Sindicato pide que se haga un análisis de las causas del déficit pero enfatiza que no es por culpa de los trabajadores. “Nosotros solo acatamos las políticas que dictan los consejeros mediante los ejecutivos. Tienen que analizar cuáles son las causas pero no somos nosotros, no vamos a aceptar que la mala administración, los consejeros quieran solucionar con los trabajadores”, acotó Campos al criticar también a los socios por no tener interés en la difícil situación que atraviesa COTES.
“El déficit es por la mala inversión que se ha hecho en los últimos años, lo que ha causado también es la devolución de los $us 500. Como siempre están queriendo acatar al sector más vulnerable que son los trabajadores.
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