14 mayo 2011

El celular y la facilidad de decir mentiras

Nadie puede negarlo, la mayoría de las personas que usan celular, han mentido, por una u otra razón a través de este aparato que facilita la comunicación. El celular hace más sencillo el falsear la realidad porque uno no ve a su interlocutor.

¿Quién no ha dicho mentiras mientras hablaba por celular? ¿Quién no ha mentido a través de un mensaje de texto? Son muy pocas las personas que pueden decir: “Yo no”.

La mentira es disfrazar una conducta, ocultar la realidad de los hechos para no ser descubierto en una falta, para evitar ser juzgado por los otros. La mentira se da cuando, a propósito, se niega alguna conducta o actitud, a una persona o grupo, por intereses particulares.

Una mentira dicha a través de un celular le salva a uno de un castigo, de que el otro lo juzgue o de pelear con el interlocutor. Las mentiras más usadas en el uso del celular, en su mayoría, son para no quedar mal ante el otro, o para no dar a conocer dónde uno se encuentra en realidad.

El psicólogo Nils Puerta señala que “todo ser humano es proclive a mentir”. Y agrega: “Cuando no tienes a la persona en frente, evitas que te mire a los ojos. Uno puede darse cuenta cuando alguien está mintiendo y es justamente cuando le miras a los ojos, además puedes percibir cuando la persona tiene cierto tic al mentir. La persona que está mintiendo, no se da cuenta que hay algo que lo delata. Mientras que el celular es como una muleta que ayuda a mentir porque no tienes a la persona en frente”.

Pero cuando una persona no tiene a su semejante cara a cara y está hablando por celular, “se le hace mucho más fácil mentir”. “La herramienta del celular permite hacer este tipo de juegos simbólicos, es como una especie de simbolismo, porque te permite resolver tus problemas”, afirma Puerta.

(RECUADRO)

LAS MENTIRAS MÁS USADAS A TRAVÉS DEL CELULAR:

Las mentiras sirven para:

No quedar mal ante el otro por atrasarse en una cita.

“He mentido al decir: ya estoy llegando, sólo faltan tres cuadras para llegar. Cuando en realidad aún seguía en mi casa, pues me atrasé en arreglarme”, cuenta Carmen.

Julio manifiesta que llamó a un compañero para jugar tenis, pero no a su celular, sino al teléfono fijo de su casa y el amigo le dijo: “Ya estoy a tres cuadras”, a lo que Julio le respondió que no mienta y que se ubique, porque lo estaba llamando a su teléfono fijo y no a su celular.

Decir que estás en otro lugar cuando en realidad no estás ahí.

Sonia señala: “Digo que estoy estudiando con mis compañeras, cuando en realidad estoy con mi enamorado, todo para que mis papás no me riñan”.

“Le miento a mi marido diciéndole que estoy aún en mis clases en la universidad, cuando en realidad estoy tomando un café con mis amigas”, confiesa Carmen.

“Digo que estoy con mis amigos, cuando en realidad me he ido a un partido de fútbol”, dice Diego.

Usar el celular como un pretexto para evitar el contacto con una persona.

Sandra comenta que existen diversos tipos de mentira que ha dicho usando el celular como instrumento. He aquí algunas de las mentiras más usadas para justificar no haber hablado con alguien a quien no se quería contactar:

- “No me llego tu mensaje, lo siento”.

- “Se me acabó la batería y por eso no te llamé”.

- “Hay mucha interferencia y no se escucha bien, tengo que colgar”.

- “No había señal y por eso ya no te pude llamar”.

El celular también nos permite decir que uno está haciendo algo cuando en realidad no lo hace. Un ejemplo: El marido contesta su celular y después de escuchar atentamente dice: “Claro cariño, ya estoy comprando los pañales para el bebé, en seguida voy a la casa, no te preocupes”. Cuelga y les dice a sus amigos: “Terminamos esta cervecita y el que esté con carro me lleva corriendo al súper para comprar los pañales” o si no “¡El lío que me espera si no llego a casa con los pañales!”

Y mentirle a esas personas con las que ya no queremos seguir hablando, ya sea porque nos están cobrando algún dinero que les debemos o porque en verdad no las soportamos. Por ejemplo: “Claro doña Pepa, le voy a pagar lo que le debo la siguiente semana…uyyyy, se me está cortando la llamada…. ¡No puedo oírla! ¿Aló? … ¿Aló? Y le cuelga, porque en verdad ya no desea hablar, no porque se le haya cortado la llamada o porque se le acabó la batería, si no que uno miente para salir del apuro. “Se me acabó el crédito, por eso ya no pude seguir hablando”, ésa es otra mentira a la que muchos recurren.

También está la típica mentira, que, a veces es verdad: “No escuché mi celular”. No queríamos hablar en ese preciso momento, justo cuando estamos en una actividad que en verdad nos gusta realizar y no queremos que se nos interrumpa, por lo que decimos: “Dejé el celular en casa y por eso no te contesté, lo siento”. “¿Me mandaste un mensaje? Lo siento, no me llegó ninguno”.

Por otro lado, una forma de descubrir si alguien a quien queríamos contactar nos ha mentido o no ha querido hablar con uno, es llamar ocultando el identificador del número del celular o llamar por un teléfono desconocido.

EL CELULAR ES UNA HERRAMIENTA ÚTIL PARA RESOLVER PROBLEMAS DE LA COTIDIANIDAD

“Se ha convertido en una seudo panacea para muchas cosas. Sin duda es un medio de comunicación, pero también te puede ayudar a resolver problemas de la cotidianidad”, advierte el psicólogo Puerta. Una persona puede pedir auxilio a través del celular, cuando le ha ocurrido un accidente, cuando en verdad se ha atrasado y no puede llegar a tiempo a una cita importante. En fin, el celular ayuda a que uno esté conectado con su mundo circundante, pero también se ha vuelto una ‘muleta’ para mentir”.

(RECUADRO)

UN CHISTE MENTIROSO

Uno de los hombres atiende:

- ¿Aló?

- ¿Querido? – dice la voz de una mujer.

- ¿Querida? – responde el hombre

- ¿Estás en el sauna? – pregunta la mujer.

- Si – responde el hombre.

- Estoy en frente, en la tienda con un visón magnífico… ¡hermoso!, ¿Puedo comprarlo?

- ¿Y cuanto cuesta?

- 1.500 dólares nada más…

- Bueno, está bien, cómpralo si tanto te gusta…

- ¡Ah! y acabo de pasar por un concesionario Mercedes y vi el último modelo. Es fantástico. Hablé con el vendedor y me dijo que nos hace precio de amigo… y como tenemos que cambiar el BMW que compramos el año pasado…

- ¿Y cuánto es el precio de amigo?

- Mi amor son sólo 60.000 dólares…

- Bueno, como tenemos dinero para gastar… OK, pero por ese precio lo quiero con todos los opcionales.

- Y escúchame… antes de cortar… otra cosita…

- ¿Qué?

- Hoy en la mañana pasé en frente de la inmobiliaria y vi que la casa que vimos el año pasado… está en venta. ¿Te acuerdas? Aquella con piscina, jardín y quincho, completamente aislada en frente de aquella playa magnífica.

- ¿Y cuánto están pidiendo?

- Solamente 450.000 dólares… increíble ¿no?

- Bueno, como no tenemos todavía muchas casas, puedes comprarla. Pero paga máximo 420.000 dólares, ¿Bueno?

- Bien mi amor… Gracias… ¡Chau! Te quiero.

- Chau… yo también te quiero…

Después de cortar el hombre se dirige al grupo de amigos y grita:

- ¿De quién es este celular?

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