La tecnología, un “arma de doble filo” para los aficionados

EL NACIONAL hizo un sondeo entre jóvenes y niños. De un total de 20, 15 coinciden en que tienen más amigos por las redes sociales que en persona.

El estar durante varias horas frente a la computadora o la televisión afecta la habilidad de relacionarse con los demás en cualquier espacio, además impide la concentración en otras actividades.

“Desde que mi hermano tiene su BlackBerry ya no habla conmigo porque se pasa todo el día conversando con sus amigos a través del facebook”, indica uno de los entrevistados al referirse cómo la tecnología hizo que la relación entre él y su hermano se distancie.

El número de personas en situación similar a la de ese aficionado de las interacciones vía Internet crece cada día, principalmente en los jóvenes que no dejan de ingresar a cualquiera de las redes sociales que tienen a su alcance, como facebook, twitter, sónico, myspace, entre otros. El celular o la computadora con acceso a Internet se convirtieron en una herramienta primordial en la vida de adolescentes y jóvenes, e hizo que éstos se alejen de la familia o los amigos de manera directa, y prefieran comunicarse de “forma virtual”. El docente de la carrera de Psicología de la Universidad Juan Misael Saracho- Nils Puerta, considera que la tecnología se ha convertido en un “arma de doble filo”.

La televisión era, hasta hace algunos años, uno de los aparatos que unía a las familias. Había horas en que los integrantes de un hogar se reunían para ver una película, novela u otro programa. Sin embargo, con el paso del tiempo, cada niño o joven tuvo uno de esos aparatos en su propia habitación y se fue alejando de los suyos.

En los últimos tiempos, aparatos electrónicos como la televisión, el DVD, los videojuegos y el internet son los que impiden que niños y jóvenes interactúen con sus familias, debido a que se pasan horas y hasta, a veces, casi todo el día frente a uno de estos aparatos.

De 10 personas consultadas, entre adolescentes y jóvenes, siete dijeron que tienen una computadora en sus habitaciones y que la mayor parte de las horas la utilizan para jugar, y sólo alguna la usan para hacer sus trabajos. Otros acuden a un café internet para jugar o hacer trabajos encomendados en sus colegios o la universidad.

Según el psicólogo social -docente de la carrera de Psicología de la Universidad Juan Misael Saracho- Nils Puerta, la tecnología se ha convertido en un “arma de doble filo”, debido a que si bien puede servir para el desarrollo de las actividades, pero también para alejarse de la realidad.

“Si bien con la tecnología uno se informa, actualiza, está en un contacto virtual. Lo que genera preocupación es el hecho de que muchos de los que lo emplean se divorcian de la realidad. Es decir, que le gusta estar más es ese mundo virtual, más conectado a la tecnología, y son lo niños y los jóvenes los más vulnerables al utilizar esa herramienta”, explicó.

El profesional mencionó que un niño o joven se siente más a gusto cuando interactúa mediante el Internet porque no lo discriminan, además porque no siente aversión, pues idealiza a su persona o se despersonifica poniendo en una red social una foto que no le corresponde. Y ahí, según Puerta, es donde se genera una crisis de identidad, la cual se siente más cuando una persona establece contacto con la realidad, aunque en el “mundo virtual puede ser un superhéroe”.

“Desde el momento en que no establecen contacto con una persona de carne y hueso, no lo ven, tocan o sienten, esa escisión de la realidad con lo virtual genera ambivalencias, inseguridad; su mayor seguridad es estar frente a la computadora. Prefieren aislarse de la realidad y estar en el mundo virtual.”

EFECTOS NEGATIVOS DE ESTAR HORAS FRENTE A UN TELEVISOR O COMPUTADORA

Algunos de los efectos negativos que mencionó Puerta, en relación al uso excesivo de la computadora o el televisor, es que al alejarse de la familia o los amigos, las personas tendrán problemas para interactuar con quienes luego se encontrarán frente a ellos.

La falta de concentración en otras actividades que no sean los videojuegos, televisión, o Internet, es otra de las consecuencias negativas que tiene el uso excesivo de la tecnología. Según el psicólogo, hay bajos rendimientos en la escuela porque se pasan horas jugando frente a la computadora y el cansancio impide la concentración en las clases.

(RECUADRO)

LOS NIÑOS Y LA TECNOLOGÍA

“En el barrio no tengo amigos porque todos están en el Internet. Además, como no tenemos una cancha no hay dónde más ir a jugar que al Internet”, dijo Charly, un niño del barrio Panamericano que toda la tarde se la pasa en el Internet y cuando se le acaban las monedas se queda a observar el juego de otros niños.

Charly mencionó que conoce los juegos denominados “Army men”, “Brain challenge”, “Counter strike”, “gta San Andreas”, “Mafia”, “Nosferatu”, “Plants vs zombies”, “Prey”, “Rakion ls”, “Rally extreme”, “Warcraft III”, “Zumas revenge”, “Fifa2010”, “Nintendo”, “Mario bross”, “Pájaros”, “Tetris”, “Manjhog”. “Me lo sé todos los juegos que hay en esas máquinas”.

EL NACIONAL conversó con 10 menores, de los cuales dos indicaron que tienen una computadora en sus casas. Los demás acuden a un café Internet, casi siempre para jugar.

Del número de niños consultados, ocho dijeron que las horas que juegan en el Internet son pagadas por sus papás y dos mencionaron que realizan algunos trabajos en el Mercado Campesino, como vender bolsas de plástico, transportar agua para las vendedoras de comida o lavar platos, también para ellas.

Esos niños pasan las horas en que no acuden a la escuela, sea en el turno de la mañana o la tarde, en un Internet. Una vez que salen de clases, van también a un centro cercano a su escuela o a su casa donde hay juegos en red.

Los juegos con moderna tecnología reemplazaron a los de antaño. Los menores ya no juegan al trompo, con las pepas, con el volador, u otro, porque se concentran en lo que hay en el Internet. Durante los recreos tienen otros juegos, que a veces se tornan violentos por influencia de los videojuegos.

Según Silvia Castillo, psicóloga del ciclo primario del colegio Hermano Felipe Palazón, los juegos de ahora dependen de la tecnología o de la estimulación de los padres en sus casas. En las escuelas, los niños de ahora ya no se distraen con los juegos tradicionales porque no los conocen, y ello debido a que, mediante los videojuegos, la televisión, el play station y los juegos en red reemplazaron a las actividades de hace algunos años.

“El juego depende de la época, el contexto cultural en el que estamos viviendo. Hace 10 años existían otros juegos, diferentes a los de ahora. Los juegos dependen de la tecnología, de la estimulación de los padres en sus casas. Dependen de la moda que induce a determinados juegos”. La profesional mencionó al psicólogo suizo Piaget, que dedicó especial atención a la psicología infantil e indicó que el juego es una actividad propia del ser humano desde que nace y le ayuda en su desarrollo cognoscitivo.

Los juegos tradicionales, como la de las pepas, el salto en la cuerda, la liga liga, el trompo, el volador, el yo yo, entre otros, no son incentivados por los padres de familia, en los colegios u otros espacios, por lo que tienden a desaparecer. Uno de los niños con el que se conversó acerca de los juegos tradicionales, dijo conocer “algo” acerca del trompo y las pilladitas. Argumentó que en su colegio le prohibían que lleve un juguete porque le sería decomisado.

Ante esa situación, Castillo explicó que cada juego tiene su tiempo y espacio para ser aplicado. “En el aula no podría jugar el niño porque se desconecta de la actividad”. Sin embargo, mencionó también que no se le puede prohibir al niño que juegue porque es una actividad que le ayuda a desarrollar sus conocimientos, aunque insistió en que todo depende del momento y el espacio.

Ambos psicólogos, Castillo y Puerta, coincidieron en indicar que todo accionar en exceso tiene sus desventajas, entre ellos el empleo de la tecnología, por tanto se debe marcar límites. Todo debe tener su momento y espacio, además que la familia debe estar inmersa en los quehaceres de sus miembros.