Alineados en una sala acondicionada en el interior de una escuela coránica, clérigos de blancos turbantes y estudiantes religiosos se afanan frente a una hilera de computadoras.
Financiados y dirigidos por el Organismo para la Propagación de la Ideología Islámica, su objetivo es crear "Wiki-fiqh", una enciclopedia similar a la que ya existe en la red, pero dedicada exclusivamente a difundir y aclarar aspectos de la filosofía y la religión islámica.
Su meta, colocar el Islam en el ciberespacio "en un momento en el que la comunicación electrónica conecta a gente de todo el mundo" y en el que las redes sociales son "fuente de saber y foro para la discusión académica", explica su director, el clérigo Mehdi Khamoushi.
La "wiki-fiqh" es uno de los ejemplos más claros del doble rasero con el que el régimen iraní se acerca a internet, en un país con más de 20 millones de usuarios, millones de web censuradas y ataques a las libertades de expresión y prensa.
Aislamiento. La última vuelta de tuerca es el proyecto para la creación de una red propia, de una gigantesca red doméstica nacional que aislará a los iraníes de la gran malla mundial y facilitará al régimen la tarea de controlar el flujo de información que navega libremente por internet.
Así lo anunció en febrero Reza Bagheri, alto cargo del Ministerio iraní de Telecomunicaciones, quien subrayó que en breve el 60% de las casas y negocios iraníes estarían conectados a una red nacional.
Sólo organismos gubernamentales, instituciones religiosas, proyectos como "wiki-fiqh" o medios con vocación de propaganda externa seguirán vinculados a la red internacional.
"Éste es el penúltimo de los ataques a la libertad de las personas del régimen. Pero como otras veces, nos adelantaremos. Si hacen una nueva ley, haremos una nueva trampa", explica a EFE el dueño de un cibercafé en Teherán, que por seguridad pide no ser identificado.
Esta guerra cibernética se agudizó tras las protestas postelectorales del 2009.
No hay comentarios:
Publicar un comentario