La industria tecnológica celebró ayer el trigésimo aniversario del estreno de la primera computadora personal (PC), un aparato que revolucionó la informática para el consumo y cuya demanda se marchita ahora frente a las tabletas.
El 12 de agosto de 1981 IBM dio a conocer en el Waldorf Astoria de Nueva York el emblemático 5150 PC que, si bien no destacaba por sus prestaciones, supuso un cambio de paradigma en el sector al diseñarse en un tiempo récord gracias al uso de componentes de diferentes compañías.
La necesidad de adelantarse a rivales como Apple, que sacaron sus prototipos en los 70, llevó a IBM apostar por externalizar los sistemas a empresas como Intel o Microsoft, en vez de invertir en su desarrollo. Un modelo de fabricación que se estandarizó a partir de entonces.
La versión básica de aquel primer PC, que salió al mercado con un precio de 1.565 dólares, disponía de una memoria RAM de 16 kilobytes —el iPhone 4 tiene una capacidad 32.000 veces superior— sin disquetera ni disco duro, un precio en el que ni siquiera se incluía el monitor (tenía un conector para enchufarlo al televisor), que se vendía aparte.
En 1982, un año después de que se produjera el lanzamiento del PC, Compaq (entonces Texas Instruments) presentó el primer ordenador portátil, que también utilizó procesadores de Intel y software de Microsoft, y de los que logró vender en los 12 meses siguientes 53.000 unidades, cada una de 13 kilogramos de peso.
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