El sistema de posicionamiento chino Beidou/Compass (Brújula), que quiere ser una alternativa al popular GPS diseñado por el Ejército estadounidense, comenzó a operar ayer tras más de diez años de preparación, en los que China lanzó 14 satélites para su funcionamiento.
Según anunció el director de la oficina estatal que controla el sistema, Ren Chengqi, la Brújula -que toma el nombre de uno de los principales inventos chinos- ofrece ya servicios de posicionamiento, navegación y medición del tiempo para el territorio chino y otras regiones aledañas.
El sistema, no obstante, no está completado, y así en el año 2012 se lanzarán otros seis satélites (hasta alcanzar un total de 30 en 2015) para aumentar los servicios de Brújula, una de las apuestas más ambiciosas de China en el sector de la alta tecnología.
Estos nuevos satélites aumentarán la cobertura geográfica de Brújula hasta “la mayor parte de Asia-Pacífico”, aseguró Ren, dando a entender que países como EEUU o Japón podrían estar cubiertos por este servicio.
El sistema también fue desarrollado por China para aumentar la información en sectores como transporte, meteorología, prospecciones petrolíferas, control de incendios, prevención de desastres, telecomunicaciones y seguridad pública.
El país asiático comenzó a desarrollarlo hacia el año 2000, y de hecho el sistema experimental Beidou-1 lleva ya una década ofreciendo servicios (ayudó, por ejemplo, en el terremoto de Sichuan de 2008 y es usado en fronteras de China), aunque sólo con carácter nacional.
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