Aunque sean máquinas de iniciación o para principiantes, tienen botones dedicados para las operaciones más sencillas como por ejemplo la captura de fotos, el visionado o el borrado, lo que facilita muchísimo la tarea. De todas formas, son sencillas de manejar porque incorporan un interfaz “easy Mode” donde todo se puede localizar rápidamente, y que emplea iconos y tipos de letras gran tamaño. También muestran instrucciones en la pantalla trasera que ayudan a tomar las mejores decisiones sobre diversos aspectos de la fotografía.
Ofrecen una gran capacidad automática. Basta con apuntar a un sujeto para que enfoquen sobre la cara y la foto salga siempre bien enfocada. Estas cámaras avisan al usuario de que el enfoque es correcto iluminando en verde el recuadro de enfoque. Las ZS150 y ZS20 tienen un modo automático Premium. La inteligencia de estas cámaras examina la escena y elige la sensibilidad, el enfoque, el rango tonal, el balance de barrancos, todo lo necesario para que la toma sea perfecta. Saben distinguir entre fotografías nocturnas, a contraluz, cielos azules, atardeceres, e incluso detectan la presencia de personas en el cuadro.
Estos cuatro modelos están acabados con una carcasa metálica, e incorporan diversas escenas automáticas para que sea más sencillo hacer fotografías en cada escenario. También incorporan un modo específico de autorretrato. Cuando la cámara detecta que la cara del usuario ha entrado en el cuadro, lo enfoca correctamente y dispara. Todas ellas disponen de una pantalla LCD de 2.7 pulgadas y de puerto USB.
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