Bordeando los 4.000 metros sobre el nivel del mar, en pleno altiplano boliviano, cerca de la población de Patacamaya no hay electricidad, allí el termómetro marca bajo cero y todo se congela, también el diésel que hace funcionar los motores generadores de luz de las antenas repetidoras que permiten la conexión con la red de Internet. Al otro lado del país, al norte de la geografía boliviana también hay problemas, porque en Pando y Beni el acceso a las antenas repetidoras lo afectan las lluvias durante el tiempo de agua y en caso de un desperfecto llegar hasta el lugar para repararlas puede resultar casi un milagro.
Hay sitios, especialmente en el altiplano, donde nadie quiere ir a traba
jar como sereno para cuidar la infraestructura que permite la conexión de la Internet en el país, porque en estos lugares no vive nadie más y no hay ni agua ni energía eléctrica. Por eso ocurren los robos y desmantelamientos de la infraestructura de las redes de conexión. Por otro lado está el mal estado de las carreteras. La temporada de lluvias es complicada para las empresas proveedoras de servicios de telecomunicaciones, pues los derrumbes y la destrucción de las rutas camineras dañan los conductos por donde pasa la fibra óptica.
Y hay otro punto más: la falta de una salida al mar. Salvo Bolivia y Paraguay, los otros países de la región tienen una conexión directa con las fibras ópticas submarinas que tanto por el Pacífico como por el Atlántico llegan a la central distribuidora de Internet, en la ciudad de Boca Ratón, en Florida, Estados Unidos.
Para Germán Camacho, jefe del departamento de Internet de Cotas, además de los problemas de infraestructura, están los altos impuestos anuales que pagan las empresas operadoras al Estado. La suma de situaciones negativas se traduce en que Bolivia tenga uno de los servicios más caros y más lentos de la región.
Desde una perspectiva técnica, Édgar del Carpio, director de redes nacional de AXS, explica que un servicio de Internet será lento en función a la configuración y tecnología de red que disponga el proveedor; sin embargo, ratifica que en Bolivia los proveedores enfrentan inconvenientes, como la saturación de nodos o cortes permanentes en su servicio debido a factores externos, como cortes de fibra óptica o de redes de microondas dedicadas a las redes de transporte, esto es, redes que conectan ciudades y países, lo que se traduce en un servicio con evidentes problemas y uno de cuyos síntomas es precisamente la lentitud.
Los operadores en Bolivia tienen tres opciones de salida al cable submarino a través de redes de fibra óptica para acceder al cableado troncal de Internet que está en Boca Ratón. La primera, por la ruta de Tambo Quemado, frontera con Chile; la segunda, a través de la frontera con Perú; la tercera, por Yacuiba, frontera con Argentina.
De todas estas rutas, la más óptima es la de Chile, porque permite llegar al cable submarino en menos tiempo, porque la distancia al cable es menor.
Édgar del Carpio explica que el mayor inconveniente que enfrentan los operadores en Bolivia es el costo del ancho de banda, ya que para los proveedores en Bolivia ese costo es bastante alto. “No le puedo dar detalles al respecto, pero le aseguro que la diferencia de costos entre quienes tienen acceso directo al cable y entre quienes debemos hacerlo por terceros operadores (en el caso de Chile por Entel Chile y en el caso de Perú por Telefónica) es abismal. Está demostrado que los enlaces internacionales equivalen al 35% y 40% de la tarifa de acceso”, sostiene.
Al momento de ver los costos se observa la diferencia, en Chile un mega de banda ancha cuesta $us 20 mensuales, mientras que en nuestro país el mismo mega tiene un costo de Bs 713 por mes. Cuando se habla de los planes para los usuarios, en Chile el plan de menor capacidad tiene 2 mega; en Bolivia el promedio de la capacidad de los cables está entre 120 y 200 Kbps (1.024 Kbps hacen un mega). Además, en situaciones óptimas los datos tardan en transportarse desde Bolivia hasta el base central de Boca Ratón, un tiempo promedio de 250 milisegundos, mientras que desde los puntos cercanos al cable submarino, la llegada de la información, tarda un promedio de 110 milisegundos.
LA MIRADA DEL ESTADO
El viceministro de Telecomunicaciones, Wilber Flores, señala que el Ministerio de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, a través del Viceministerio de Telecomunicaciones, elabora proyectos para expandir la infraestructura de telecomunicaciones para la provisión del acceso universal al servicio de Internet de banda ancha y principalmente la infraestructura de transporte mediante fibra óptica hacia varios puntos de interconexión con países fronterizos, entre ellos Perú, Paraguay y Brasil.
Se considera que con la ampliación de estas redes se tendrán varias alternativas de salida para conectividad internacional, estas redes tendrán mayor capacidad de ancho de banda y de esta forma se podrá disminuir los costos de la salida internacional.
Flores señala que aproximadamente un 20% de la población boliviana es usuaria de Internet, ya sea desde su domicilio, salas de café internet o sus trabajos; sin embargo, para los indicadores mundiales de desarrollo, Bolivia tienen un índice muy bajo de inclusión digital, apenas llega al 11,28%.
Para la asesora en renovación tecnológica Karem Infantas, la inclusión digital no solo pasa por implantación de una infraestructura que permita un mejor acceso y aprovechamiento a las nuevas tecnologías, sino que es necesario que se dé una decisión política para que Bolivia forme parte del desarrollo tecnológico de la misma manera que lo hacen otros países. Al mencionar un ejemplo negativo en este sentido, señala que Bolivia es el único país de la región que no hace efectiva su participación en la RedClara (Cooperación Latinoamericana de Redes Avanzadas), una organización sin fines de lucro destinada al desarrollo de la investigación tecnológica. Esta red comenzó a funcionar en 2004 y Bolivia hasta ahora no se integra a ella.
Infantas explica que existen iniciativas aisladas muy positivas, como el proyecto Minga Digital, que hasta 2011 instaló telecentros digitales en 17 establecimientos fiscales de Santa Cruz; sin embargo, considera que estas acciones requieren el apoyo gubernamental, que aún se muestra ausente.
También sostiene que es importante masificar el uso de la red y que esto solo se logrará educando a la población.
LOS USUARIOS DE LA RED
- Según los datos más recientes de la Autoridad de Regulación y Fiscalización de Telecomunicaciones y Transporte (ATT), en Bolivia más del 88% de las conexiones de Internet se encuentran en Santa Cruz (32,6%), Cochabamba (26,9) y La Paz (28,9%), y se concentran especialmente en zonas urbanas.
- En los otros departamentos, el número de conexiones está muy por debajo. Tarija tiene el 7,5%; Chuquisaca, el 2, 07%; Potosí, el 1,07; Oruro el 0,65; Beni, el 0,09 % y Pando, el 0,001.
- A escala mundial, el promedio de número de usuarios de la Internet es del 27, 11%. Bolivia ocupa un lugar lejano de este promedio: el 11,28%.
- Islandia es uno de los países que está a la cabeza de la inclusión digital, con el 94,7; le sigue Noruega, con el 91,7% y Suecia, con el 90,3%. En la América Latina el promedio de inclusión está por encima del 27% y entre los primeros están México, Chile y Brasil.
- La palabra backbone se refiere a las principales conexiones troncales de Internet. El backbone que proveé a América Latina se encuentra en EEUU, en el Estado de Florida. Un backbone está compuesto de un gran número de rutas comerciales, gubernamentales, universitarias y otros de gran capacidad que llevan los datos por países, continentes y océanos del mundo mediante cables de fibra óptica.
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