Un artista y científico francés creó un robot que le permite dejar en sus manos (más bien, en su brazo mecánico único) la confección de retratos tal como los habría hecho su creador, pero en mucho menos tiempo.
La máquina, bautizada como Paul, se compone de una cámara que analiza el rostro de la persona que posa para el retrato y un brazo mecánico que va tirando líneas con un bolígrafo, utilizando el contraste entre luz y sombra.
Patrick Tresset, que fue pintor y diseñador durante quince años hasta que ´perdió su pasión´ por el trabajo.
Es así como creó un robot artista después de obtener su doctorado en el Goldsmith College, de la Univesidad de Londres, en colaboración con el profesor e investigador Frederic Foy Leymarie.
Desde junio de 2011, el robot artista Paul se ha transformado en el centro de atención de diversas ferias internacionales, en las que los coleccionistas ya han comprado unos cuatrocientos dibujos.
“Me imagino que mostrándole al robot una serie de pinturas, diseños e imágenes, éste podría ser capaz de desarrollar su propio estilo, aseguro Tresset.
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