24 febrero 2012

La cara oculta de Apple, al descubierto

Un reportero de la cadena de televisión estadounidense ABC pudo recorrer una de las plantas de Foxconn, el empleador más grande del sector privado en China, que tiene a su cargo la producción de los iPhone.



La fama precedía a este viaje: sólo en 2010, en la planta de Shenzhen, 14 empleados se quitaron la vida después de quejarse por los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo. En enero pasado, más de 300 trabajadores de la planta china de Wuhan amenazaron con suicidarse todos juntos.



Esas condiciones que denunciaron los trabajadores tuvieron como testigo al periodista de ABC, días después de que Apple anunciara que un grupo de inspectores independientes -miembros de la Asociación para el Trabajo Justo o Fair Labor Organization- revisará a los proveedores responsables del 90 por ciento de sus productos, en especial en las fábricas de Foxconn en las regiones de Shenzhen y Chengdu.



Los empleados de estas fábricas trabajan 12 horas al día y seis días a la semana. Una petición en línea firmada por al menos 155 mil signatarios y enviada a Apple le pedía a la compañía que mejorara las condiciones laborales de sus empleados. En otro petitorio, 50 mil personas exigieron al gigante tecnológico que produzca sus dispositivos de manera ética.



Según reconoce la misma Apple, en 93 fábricas los empleados trabajan más del límite de 60 horas que ha establecido por regla la empresa estadounidense y un tercio de las plantas revisadas no había puesto en marcha suficientes medidas para prevenir accidentes ocupacionales.

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