Cuando una persona es víctima de un delito informático de cualquier índole, cometido a través de las herramientas de la red de internet o los mensajes electrónicos que llegan a su computadora o teléfono celular, puede sentar denuncia a la División de Propiedades de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (que cuenta con sus oficinas entre la avenida Sucre y la calle Bolívar de la ciudad de La Paz) o al Ministerio de Público, cuyas instalaciones están en la calle Potosí, esquina Jorge Sanjinés.
Ambas entidades del orden cuentan con especialistas en las pesquisas de estos hechos y trabajan en el Instituto de Investigaciones Técnico Científicas de la Universidad Policial de Bolivia, en el barrio de Següencoma, y el Instituto de Investigaciones Forenses, en la calle Indaburo. También la empresa privada Yanapti, que tiene sus dependencias en la calle Cervantes de la zona de Sopocachi, brinda asesoramiento e investiga estos delitos.
La Policía, la Fiscalía, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y Yanapti brindan en estas páginas consejos para que la población evite ser víctima de algún ciberdelito. Un dato importante en el que coinciden los expertos es que los niños y adolescentes son los más vulnerables a los peligros que se ciernen en el ciberespacio, y que es tarea de los progenitores el contrarrestar cualquier riesgo que se cierna sobre ellos.
A los padres
La computadora debe estar en un lugar común o de paso (sala) de la casa, nunca en un dormitorio.
Estudie computación (aunque sea básica) y aprenda a usar la red de internet, también sobre los peligros a los que se exponen sus hijos en ésta.
Ponga las cuentas de servicios de internet a su nombre y sepa las claves de ingreso de sus hijos.
Acompañe al niño cuando navegue en la internet y esté atento a las relaciones afectivas que entabla su hijo adolescente en las redes sociales.
No utilice a la computadora como recompensa o castigo, o como una niñera para sus hijos. Ponga reglas: horarios y límites de uso.
No permita que sus hijos entablen dudosas charlas electrónicas privadas en algún ambiente.
Refuerce la regla: “no se debe hablar con extraños”, dentro y fuera de la casa. Jamás permita que sus hijos arreglen encuentros con alguien que conocieron en la red de internet.
No debe permitir que brinden información, ni que bajen o suban fotografías personales a través de la red.
Utilice los controles paternos que su proveedor de servicios de internet le brinda y otros programas comerciales de computación para bloquear y filtrar contenidos electrónicos.
Vigile los cambios de actitud de sus hijos, podrían indicar que están siendo víctimas de algún delito informático.
Sepa qué otras computadoras (de amigos o públicas) pueden estar usando sus hijos y si utilizan su nombre o el de otro en la internet.
Revise la historia de uso o el registro de su computadora para cerciorarse de cuáles sitios fueron visitados.
Contra el ‘phishing’
Sospeche de cualquier correo electrónico que le llegue con solicitudes urgentes de información personal por: problemas de carácter técnico, detecciones de posibles fraudes, cambio de política de seguridad, promoción de nuevos servicios y/o productos, premios y regalos, y concursos.
Este tipo de correos suele incorporar advertencias como: “si no realiza el cambio o la información solicitada en el transcurso de ... (horas o días) se procederá al bloqueo/cancelación de su cuenta bancaria”. Lo que fuerza a una respuesta casi inmediata.
Descarte los correos electrónicos de entidades financieras o empresas de las que usted no es cliente.
Sospeche de aquellos correos que le piden nombre de usuario, password o clave de acceso, número de tarjeta de crédito, fecha de caducidad u otros datos. Evite llenar formularios.
No utilice los enlaces incluidos en los correos electrónicos que conducen “aparentemente” a las entidades financieras. Diríjase directamente, a través de su navegador, a la página web de la entidad o empresa.
Las páginas web que usan protocolos de seguridad e impiden la captación de datos por parte de terceros no autorizados, se caracterizan porque la dirección que aparece en la barra de navegación comienza con el protocolo “https”, y en la parte inferior de las páginas hay un candado.
Otro método para comprobar la veracidad de estas páginas, es “clikear” dos veces en ese candado y aparecerá una ventana con la compañía de certificación, el titular del protocolo y su validez. No dude en contactarse con el ente del que es cliente.
Contra los virus
Instale un antivirus pagado o gratuito en su ordenador. En ambos casos se actualizan automáticamente.
No abra archivos cuya extensión sea VBS (Visual Basic Script), a menos que uno se encuentre absolutamente seguro de que el e-mail viene de una persona confiable y que haya avisado previamente sobre el envío.
Instale un buen firewall, sistema de defensa que se basa en la instalación de una “barrera” entre su computadora y la internet, por la que circulan todos los datos. Puede “bajar” alguno gratuito o configurar el del sistema operativo de su ordenador, si cuenta con el Windows XP.
No ingrese a los portales que le anuncian de que ha ganado algún premio en la red de internet o que muestran a mujeres que le invitan a tener una charla, porque al hacerlo provocará que un virus o un programa espía se inserte a su máquina. Tampoco ingrese a páginas pornográficas del ciberespacio.
Actualice el sistema operativo de su computadora para aumentar al máximo la seguridad ante eventuales ataques de virus informáticos.
Al recibir un nuevo mensaje de correo, debe analizarlo con el antivirus, aunque conozca al remitente.
En los cafés internet es muy común enviar archivos de todo tipo a través del sistema DDC (compuesto de paneles de control que trabajan con autonomía, los cuales son montados en las centrales técnicas). Si se recibe uno que no se solicitó o de origen desconocido no lo acepte.
Preste atención si los archivos aumentan de tamaño inesperadamente o aparecen avisos extraños de Windows.
Contra el acoso
Para participar activamente en una red social de la internet que sirva para conocer otras personas, fuera del típico Facebook o Twitter, escoja un pseudónimo (nick) asexuado, para que no se sepa si es hombre o mujer.
No flirtee en línea, a menos de que asuma las responsabilidades.
Abandone el sitio virtual en que la situación se haya tornado hostil, mediante correos electrónicos o charlas virtuales. Si ello continúa, es mejor que “navegue” en otra página.
Si de todas maneras comienzan a atacarla por internet, entonces no responda a quien lo esté acosando.
El ciberacosador se siente en una posición de poder desde el anonimato, pero a menos de que se encuentren con uno realmente enfermo, la mayoría de ellos pierde el interés al no obtener la reacción que espera.
Guarde los mensajes ofensivos y repórtelos a su proveedor o la Policía.
Si siente que el ciberacosador puede atacarla físicamente, o sea, en la vida real, mejor llame a la Policía.
Sobre su tarjeta
No dé a nadie su contraseña o PIN para acceder a su cuenta.
Al ingresar en un cajero automático verifique si no hay cámaras en el techo o la parte trasera. Luego de usarlo constate si lo observan o están a la espera de que abandone el ambiente.
Antes de introducir su tarjeta de débito en un cajero automático, verifique que la ranura de acceso y el dispensador del dinero en efectivo se encuentren libres.
Desconfíe si la pantalla muestra instrucciones inusuales o si está en blanco.
En un lugar público, al ingresar su contraseña, use su cuerpo para evitar que otra persona o una microcámara lo pueda registrar. Puede utilizar la otra mano al momento de teclear.
Si por alguna razón el cajero no le devuelve su tarjeta de débito, cancele de inmediato su operación y repórtela a la sucursal más cercana de su banco o por vía telefónica.
Tenga cuidado al pagar con su tarjeta de crédito. Evite que el vendedor lo observe al teclear su contraseña.
Sobre el Facebook
Se recomienda que el usuario no brinde su contraseña a nadie. Elija una con mayúsculas, minúsculas y números para que sea segura.
Tampoco es aconsejable manejar la misma contraseña en el correo electrónico y en la red de Facebook, ya que si hackean su correo (burlan su seguridad para dañar sistemas, archivos; robar cuentas, contraseñas) lo harán también con su cuenta de la red social o viceversa.
No acepte las solicitudes de amistad de personas o instituciones que no conoce. Para comprobar que no hay peligro, puede enviar un correo al solicitante, preguntándole dónde se conocieron o cuáles son los motivos para que quiera entablar la relación amistosa en esa red social.
Evite “pegar” en el Facebook fotografías de sus niños, porque pueden ser captadas por redes de secuestradores, pedófilos o de trata y tráfico. Tampoco brinde datos personales (número de teléfono, dirección) en su cuenta de Facebook.
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