Cada día la demanda de software para computadoras, celulares, servicios, sitios de internet, entre otros, crece.
Estados Unidos, Europa e India fueron los lugares donde a un principio comenzaron a producirse softwares para un sinfín de servicios tecnológicos, pero durante los últimos años la mirada para la compra de estos productos se volcó a Latinoamérica porque los costos son más reducidos.
Bolivia ha comenzado a incursionar en esta industria hace aproximadamente diez años y hoy es uno de los países sudamericanos que oferta este producto a costos más reducidos que otros.
Los primeros años fueron de prueba para muchas empresas bolivianas, y en particular cochabambinas, y sobrevivieron aquellas que sobre todo se enfocaron para atender a grandes empresas del mercado local o a las de Europa y Estados Unidos.
En la actualidad existen en el país más de 300 de estas empresas que han sido identificadas por la Cámara Boliviana de Tecnologías de la Información (CBTI), de las cuales al menos 40 se establecieron en Cochabamba. Otros departamentos como Oruro, Tarija, La Paz y Santa Cruz también se dedican al desarrollo de esta industria.
Sin embargo, Cochabamba tiende a convertirse en uno de los centros más importantes por el crecimiento de una de las empresas más grandes del país: Jalasoft.
La empresa, que ha construido un enorme edificio en la zona norte de la ciudad, actualmente tiene a 420 personas trabajando en el desarrollo de soluciones tecnológicas, y en el lapso de cinco años más planea contar con 3 mil empleados que se dediquen a esta actividad, para convertir al departamento en un referente de la industria del software.
Asimismo, desde hace mucho tiempo también hay personas que de manera individual se dedican a la producción del software, pero para el presidente de la CBTI, Gonzalo Landaeta, ésta es una industria en la que se debe trabajar de manera multidisciplinaria, porque “concebir un software con el trabajo de una sola persona puede ser un producto que en un corto plazo pueda presentar problemas”.
Landaeta señala que la industria del software en Bolivia y en Cochabamba recién está dando sus primeros pasos, y asegura que el desarrollo de la misma también dependerá del apoyo que otorgue el Gobierno.
“Hay muchas cosas que debemos trabajar con el Gobierno, desde el control de la industria hasta la provisión de equipos a costos más razonables”, indica.
$US 1.000 MILLONES
POR EXPORTACIÓN
Instituciones como la Cámara Nacional de Comercio, la Universidad Católica Boliviana, la empresa Artexacta Srl y Business Trade Alliance estiman que en un par de décadas el país puede llegar a exportar software por un valor de mil millones de dólares anuales, por lo que en agosto de 2011 firmaron un acuerdo para impulsar el Programa de Promoción y Mejoramiento de la Industria del Software en Bolivia.
“El mundo en que vivimos opera sobre software, y la cantidad de software necesario aumenta exponencialmente en computadoras, sitios web, blogs, teléfonos celulares, PDAs y pocket computers, dispositivos especializados (como ser cajeros automáticos o cajas de un supermercado), pantallas interactivas, centros de ayuda, etc. El mercado de software en el mundo es insaciable”, asegura el acuerdo.
Según los expertos, el software hace referencia a todo programa o aplicación programada para realizar tareas específicas en computación.
Sin embargo, el concepto de software va más allá de los programas de computación en sus distintos estados: código fuente, binario o ejecutable; también su documentación, los datos a procesar e incluso la información de usuario forman parte del software: es decir, abarca todo lo intangible, todo lo no físico.
En otras palabras, el software es el soporte lógico e inmaterial que permite que la computadora pueda desempeñar tareas inteligentes, dirigiendo a los componentes físicos o al hardware con instrucciones y datos a través de diferentes tipos de programas.
Actualmente, la importancia del software a nivel mundial ha crecido por las facilidades que brindan para mejorar la vida del hombre.
El software puede hacer el trabajo más rápido, más eficiente y además le permite a miles de empresas ahorrar dinero en energía y también de contar con mayor cantidad de clientes.
REGULACIÓN
La actividad de la industria del software en Bolivia todavía no está regulada por ninguna ley, tal como sucede en países vecinos.
Uruguay, Argentina, Costa Rica son los países de la región que más apoyo han logrado de parte de sus gobiernos para hacer crecer esta industria. En el caso de Uruguay se tiene un registro de exportación de mil millones de dólares al año y de Argentina de 700 millones de dólares.
Sin embargo, en el caso de Bolivia no existen registros que muestren con exactitud cuánto y dónde se exportan las soluciones tecnológicas que desarrollan las empresas nacionales o grupo de ingenieros que trabajan de forma particular.
“El problema de las empresas de software es que están trabajando hoy en día en un mercado que no está controlado por nadie, y lamentablemente el Gobierno no hace nada respecto a esto”, agrega Landaeta.
Según el presidente de la CBTI, hoy se requiere de una regulación para que los productos sean exportados con ciertas ventajas y que a su vez esto traiga beneficios al país.
“Actualmente sacar un software de Bolivia a otro Estado es muy fácil, pues solo consiste en el envío de un CD mediante courrier (correo)”, indica.
Por este motivo, la CBTI está trabajando en la Ley de Promoción de la Industria del Software que tratará de poner un orden a esta actividad y “blanqueará” a las empresas que se dediquen a este rubro para que declaren la exportación que realizan.
Agrega que estos problemas también se tienen con las empresas de servicios que deben ser reguladas por la normativa.
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