Este es un producto muy eficiente desde el punto de vista energético, que permite trabajar con mucha comodidad a quienes no quieren escribir utilizando la pantalla táctil del iPad. Este accesorio es, en primer lugar, una funda elegante con un acabado impecable en color gris oscuro casi negro, y con una superficie que no se mancha con el contacto de los dedos. Es resistente, y está construida para durar, para proteger el iPad del roce diario, e incluso de golpes menores. A la vez es fina, con lo que no incrementa excesivamente el perfil y pesa unos 460 gramos. Cuando abres la funda, compruebas que en el lado izquierdo hay un teclado, con un recorrido de tecla de apenas un milímetro y medio, y en el derecho se sitúa el iPad.
No es un diseño casual. La tapa trasera, la que está en contacto con la parte de atrás de la tableta, permite colocar el iPad en dos posiciones. Puede doblarse sobre sí misma hasta lograr que la parte inferior de la tableta encaje en un pequeño resalte existente encima del teclado, colocando el equipo en una posición idónea tanto para leer y para escribir. En la segunda posición, la parte inferior del iPad encaja en medio del teclado; es la mejor para disfrutar de música y vídeo. Los botones multimedia están situados de manera que es muy sencillo reproducir, pausar o ajustar el volumen.
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