Para evitar el colapso, hoy cambian el protocolo de las direcciones de Internet. Hasta ahora funcionaba el sistema IPv4, con una combinación de números que permitía unos 4 mil millones de direcciones (permitía exactamente 4.294.967.296 direcciones). Llamado IPv6, el nuevo régimen, pasará a tener una capacidad de 340 sextillones de direcciones (340 y 36 ceros). De ahí la comparación con una explosión.
La medida se toma en virtud del agotamiento de esas conexiones y como respuesta al tsunami de computadoras, tabletas, teléfonos, televisores y demás máquinas o sistemas (como electrodomésticos, autos, edificios y hasta robots) que ya están o pasarán a estar on line de manera permanente en un futuro cercano.
¿Por qué el cambio? Entre las razones de tal aumento (que a nivel global significará 1,3 zettabytes o más de un billón de gigabytes por año) se cuentan el incremento de dispositivos (en 2016 habrá casi 18.900 millones de conexiones de red contra los 10.300 millones que había en 2011), más usuarios de Internet (3.400 millones), mayor velocidad de banda ancha (35 Mbps promedio), más video (un equivalente a 833 días de videos circulando por segundo) y crecimiento de wifi (más de la mitad del tráfico mundial). Habrá un período en el que ambos protocolos coexistirán y se estima que la transición completa demandará algunos años. En Latinoamérica el tráfico en Internet se multiplicará por siete el 2016.
¿Será más veloz? Contra la creencia generalizada de que toda innovación trae inherentemente más velocidad, en este caso es probable que el usuario experimente algunos retrasos en la entrega de datos, aunque no será nada muy grave ni duradero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario