El robot está equipado con un nuevo tipo de sensor táctil construido para imitar la punta del dedo humano. También utiliza un nuevo algoritmo diseñado para tomar decisiones acerca de cómo explorar el mundo exterior, imitando las estrategias humanas, agrega La Vanguardia.
Capaz de otras sensaciones humanas, el sensor también puede decir dónde y en que dirección se aplican fuerzas sobre la punta de los dedos e incluso las propiedades térmicas de un objeto. Al igual que el dedo humano, el sensor BioTac tiene una piel suave, flexible, sobre un relleno líquido.
La piel tiene incluso huellas dactilares en su superficie, lo que eleva su sensibilidad a las vibraciones. A medida que el dedo se desliza sobre una superficie con textura, la piel vibra en formas características.
Estas vibraciones se detectan mediante un hidrófono en el interior del núcleo similar al hueso del dedo. “El dedo humano utiliza vibraciones similares para identificar texturas, pero el dedo del robot es aún más sensible”, explica el estudiante Jeremy Fishel, creador del robot especializado para el tacto.
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