La compañía reportó una pérdida de US$ 492 millones en su cuarto trimestre fiscal, frente a una ganancia de US$ 5.870 millones en el mismo período del año pasado. El anuncio tuvo que ver con la compra por más de US$6.000 millones de la agencia de publicidad online aQuantive, que no reportó los resultados esperados.
La pérdidas netas se dieron pese al ligero incremento de sus ingresos, que se situaron en US$ 18.059 millones, un 4 por ciento más, lo que permitió un beneficio operativo de US$ 192 millones. Los gastos operativos totales ascendieron 60 por ciento.
La empresa informática cerró el trimestre anterior con un beneficio neto de US$ 5.108 millones, que ya significó un retroceso del 2,3 por ciento interanual.
El consejero delegado de Microsoft, Steve Ballmer, se felicitó, no obstante, por el buen año que cierra la compañía informática, al obtener unos ingresos de US$ 73.723 millones, un 5,4 por ciento más. Auguró que los próximos meses conformarán "la temporada de lanzamientos más emocionante en la historia de Microsoft".
Las ventas de la división de dispositivos aumentó un 20 por ciento en el último trimestre y un 8 por ciento para todo en los doce meses de ejercicio. Esto se debe a la buena marcha de las ventas de la consola de videojuegos Xbox.
Microsoft espera un cambio de rumbo con la salida de Windows 8, que se lanzará al mercado a finales de octubre, y con la nueva versión del Office. El mes pasado, adelantó la llegada de su tableta Surface. Se prevé que saldrá para el otoño en los EEUU y que tratará de competir con el iPad.
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