Apple celebró ayer la sentencia de un jurado estadounidense que ordenó a la compañía surcoreana Samsung a pagar 1.000 millones de dólares por lo que el gigante tecnológico norteamericano calificó de “robo” de varias de sus patentes en EEUU.
El fallo, emitido el viernes por el jurado de una corte federal en San José (California,) “envía un mensaje alto y claro de que robar no está bien”, indicó Apple en un comunicado citado por la cadena CNN.
“Las montañas de pruebas presentadas durante el juicio demostraron que Samsung copió mucho más de lo que incluso nosotros pensábamos”, añadió la empresa californiana.
El jurado determinó que Samsung violó “intencionadamente” seis patentes de tecnología y diseño de Apple para fabricar su siguiente generación de teléfonos y lanzar su tableta Galaxy Tab.
Apple reclamó la originalidad de sus patentes por el diseño, la tecnología de zoom táctil, la disposición de los íconos en la pantalla y otro tipo de gestos de interacción con la pantalla. La compañía cofundada por Steve Jobs había pedido originalmente una indemnización a Samsung de 2.500 millones de dólares y que les prohibiera la venta en EEUU de los aparatos que violaran sus patentes.
En cambio, el jurado rechazó todas las denuncias con las que Samsung replicó a la demanda, en las que acusaba a Apple de apropiarse sin autorización de su tecnología de telecomunicaciones 3G y algunas características de la cámara de fotos para teléfonos.
Samsung anunció ayer que planea apelar el veredicto de la corte estadounidense y que en caso de que éste no prospere, llevará el caso a la corte federal de apelaciones.
La surcoreana insistió en que la sentencia “no es la última palabra” en la guerra de patentes abierta entre los dos gigantes de la tecnología, que se libra en cuatro continentes, al tiempo que señaló que “continuará innovando y ofreciendo opciones para el consumidor”.
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