Utiliza la presión del peso del cuerpo y se coloca en la suela del zapato. La tecnología podría llegar a los smartphones
Investigadores del Instituto tecnológico de Georgia han desarrollado el primer prototipo que ha si probado con éxito. Los creadores de este ingenioso dispositivo de carga señalaron que “basta con la presión de un paso estándar para que la batería aproveche la tensión y la convierta en energía”.
La presión de caminar durante 4 minutos aumenta la tensión de la batería de 327 a 395 mV. En un espacio de tiempo tan corto, los cambios de energía son muy significativos. Aunque este voltaje es demasiado bajo como para recargar la batería de un smartphone, esta tecnología ya está preparando el terreno hacia las baterías autorecargables.
Las baterías tanto para smartphones como para tabletas resultan insuficientes para el ritmo diario de uso. Los fabricantes de dispositivos móviles están buscando mejoras para aumentar las horas de vida de los aparatos.
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