El creciente mercado de tabletas pone a nuestra disposición una gran variedad de opciones de pantallas personales. Los Tablets ofrecen un nivel de portabilidad, facilidad en el uso y, en muchos casos, autonomía que en ocasiones son imbatibles para un portátil o netbook. No obstante, en ocasiones es difícil plantearse qué dispositivo elegir entre el bosque de opciones que encontramos en el mercado. Veamos qué criterios hay que seguir para seleccionar la tableta que más se adecúe a nuestras necesidades.
TAMAÑO DE PANTALLA
El tamaño de la pantalla importa. Porque no es lo mismo manejar un panel de siete pulgadas que otro de que esté sensiblemente por encima de las diez pulgadas; ni que consultemos contenidos en un formato apaisado a hacerlo en otro más tendente al clásico 4:3. Según nuestras necesidades, si queremos disfrutar de una resolución inaudita, podremos elegir el nuevo iPad, que en 9,7 pulgadas distribuye un total de 2.048 x 1.536 píxeles —la definición más potente del mercado—. Si por el contrario, preferimos una superficie amplia, las 10,1 pulgadas de algunos modelos de Samsung —como los Samsung Galaxy Tab 10,1 ó Samsung Galaxy Note 10,1— serán nuestra mejor opción. Hay otras posibilidades en este formato, apostando por formatos panorámicos, como la Liberty Tab de Packard Bell.
Entre los formatos más pequeños. Las siete pulgadas son las que mas destacan en ese sentido. Es un tamaño que quedó inaugurado por Samsung con su primer Galaxy Tab, y que hoy día está disponible en modelos como el Samsung Galaxy Tab 2. Continuando con las propuestas en siete pulgadas, está un dispositivo fabricado por la taiwanesa Asus para Google, el Nexus 7,
SISTEMA OPERATIVO
Fundamental. No es lo mismo tener un terminal basado en iOS, la plataforma de Apple, Android de Google o Windows, en sus versiones venideras que Microsoft mostrará comercialmente a partir de otoño. En el caso de Android la decisión no sólo será subirse al carro del robot verde. Además, tocará examinar todo el abanico de tabletas disponibles, desde las más económicas hasta las más avanzadas, las cuales contarán con distintas versiones de la plataforma. Las más asequibles tendrán versiones anticuadas, Android 2.2 FroYo, mientras que las más avanzadas apostarán por ediciones dedicadas para Tablets.
En este sentido, nos encontraremos, de nuevo, con la decisión de elegir entre Android 3.0 Honeycomb, Android 4.0 Ice Cream Sandwich y Android 4.1 Jelly Bean. Por el momento, esta última opción sólo la encontramos en el Nexus 7 y en el Motorola Xoom, mediante actualización. Lo más recomendable es contar con un dispositivo con Ice Cream Sandwich: así nos aseguramos un mayor margen de compatibilidad en las aplicaciones que descarguemos y contar con la opción de que podamos actualizarnos a versiones venideras.
Para muchos, el diseño del Tablet no será determinante a la hora de decidir por uno u otro equipo. La gran mayoría de terminales disponibles serán prácticamente idénticos en este sentido más allá de dimensiones y proporciones en su construcción.
Es interesante plantearse la compra del Toshiba AT200, que apuesta por un grosor sorprendente, de sólo 7,7 milímetros, como principal valor definitorio. Además, tiene unas prestaciones muy interesantes, capaces de competir con otros dispositivos Android.
¿WI-FI O 3G?
La regla es clara en todos los modelos y marcas: las ediciones con conectividad 3G es decir, para acceder a datos móviles de alta velocidad requerirán de un desembolso adicional a los que sólo dispongan de acceso a Internet a través de Wi-Fi.
En este sentido, piensa dónde usarás el tablet principalmente. Si lo tendrás casi todo el tiempo en casa o en la oficina, es más que posible que el modelo Wi-Fi de tu tableta favorita sea más que suficiente. Recuerda que muchos de los Smartphones del mercado disponen de opciones Hotspot, con lo que podrías compartir la conexión del móvil para conectarse en la calle a través del sensor Wi-Fi de la tableta. Si por contra, le darías un uso intensivo fuera de la influencia de redes domésticas o profesionales inalámbricas, te saldría más práctico invertir en la versión 3G del terminal que elijas.
CONEXIONES LOCALES
El debate del USB ha marcado al mercado de las tabletas desde sus inicios. Cuando se presentó el primer iPad. Las críticas se crecieron con el dispositivo por carecer del conector estándar que hace las delicias de los usuarios en computadoras y portátiles. No obstante, ¿es tan importante la presencia de tomas USB o microUSB?
Hay terminales, como los modelos de Samsung, que también han apostado por conexiones propietarias que, a menos que usemos adaptadores, no pueden vincularse con otros dispositivos mediante USB. Dado que las tabletas están pensadas para consultar información online y no tanto para introducirla o extraerla, no tiene mucho sentido valorar como primordial la presencia de puertos USB o microUSB.
MULTIMEDIA
Dos son los puntos fundamentales a la hora de valorar una tableta en criterios de reproducción multimedia: los formatos compatibles y los medios de almacenaje. Respecto a lo primero, los terminales Android son más ricos y completos. La gran mayoría de terminales del mercado reproducirán prácticamente todo lo que queramos: desde los habituales MP4 o WMV hasta los más avanzados DivX y MKV de alta definición. Hablamos de vídeo, porque en cuestiones de audio no habría que preocuparse por nada: prácticamente no nos toparemos con problemas para escuchar cualquier tipo de archivo de sonido. Igualmente, en el caso de las tabletas Android, contaremos con muchas facilidades para introducir contenidos en la memoria del dispositivo.
No son facilidades que dispongamos en iOS. A menos que recurramos a trucos o desbloqueos —mediante Jailbreak—, todo lo que metamos en el iPad deberá pasar, forzosamente, por iTunes. Esto no sólo nos condiciona a la hora de de elegir y ordenar libremente la canalización de los contenidos.
CÁMARAS
Muchos aseguran que no tiene demasiado sentido ponerle cámaras a una tableta. Por sus características, puede llegar a ser bastante ridículo sostener este tipo de dispositivos para hacer fotos. Al menos con su cámara principal. No obstante, puestos a concentrar funciones en el equipo, más vale que sobren a que falten. La mayoría de los terminales de la categoría Android apostarán por un combo dual de cámaras, donde el sensor principal tendría entre tres y cinco megapíxeles, mientras que la unidad secundaria ubicada en el frontal de la tableta. El iPad, en este sentido, lleva una combinación de cinco megapíxeles en la principal y sensor VGA en la secundaria.
¿Es importante justificar la elección de un modelo por la memoria que integre? A veces sí. No obstante, lo que puede llegar a condicionar la compra de uno u otro dispositivo a veces no será tanto la memoria que cargue de serie como la posibilidad de expandir la capacidad interna con unidades externas. El iPad, por ejemplo, no nos dará esta opción. Nos ofrece las opciones de 16, 32 ó 64 GB, sin opción alguna de tener más capacidad más allá de las soluciones en la nube, cosa que está al alcance de cualquier otro terminal.
PROCESADOR
Es probable que la mayoría de usuarios no le preste especial atención a este apartado, aunque la elección de uno u otro modelo por su precio estará muy condicionada por la potencia que desarrolle a cuenta de su procesador. En este sentido, en la gran mayoría de los casos nos toparemos con unidades de uno o dos núcleos, y en los menos, de cuatro núcleos. Para muestra, el nuevo iPad, presentado en 2012, lleva una unidad dual-core, sensiblemente más rápida que la del iPad 2. Hay modelos del grupo Android que se han decidido por los cuatro núcleos.
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