07 septiembre 2012

Robots juegan fútbol guiados por sensores de color

El esférico rueda por el campo con dirección al arco, pero es oportunamente desviado por el arquero, que luego despeja el balón hacia el medio campo. En este lugar se entabla una lucha de titanes, que roban, recuperan, vuelven a perder y finalmente despejan la pelota hacia los laterales.

La bola rebota y regresa al medio campo, uno de los jugadores se abre paso hasta ella y golpea el balón hacia el arco rival, el arquero intenta atajarla en su camino, pero ya es tarde. La afición grita “¡gol!”.

Sin embargo, en este partido las piernas son reemplazadas por ruedas y los ojos por sensores de color que escudriñan el campo en busca de las luces emitidas por la pelota.

Se trata del campeonato de fútbol de robots, que se realizó ayer en la Universidad Católica Boliviana (UCB), en el marco del V Concurso de Robótica. Participaron 39 equipos, de jóvenes de entre 16 y 22 años.

Según Carlos Lazo, coordinador del concurso, si bien el fútbol de robots se encuentra entre los eventos de la Olimpiada de Robótica, este año sólo será un evento de exhibición.

“Participan sólo cuatro equipos pertenecientes a la UCB, la UPEA (Universidad Pública de El Alto), la Univalle (Universidad del Valle) y el colegio Ave María”.

En el campo de juego -que en este caso es una mesa- los robots driblean, se persiguen, también cometen faltas y se lesionan, como cualquier jugador de fútbol. Pero el juego sólo dura diez minutos y participan dos artefactos por equipo.

Sobre las faltas, existen reglas específicas sobre el comportamiento antideportivo entre los robots. “Si un robot ataca a otro, lo daña, lastima el balón o a la cancha, recibe una etiqueta amarilla”, explica Jorge Suárez, uno de los participantes.

En el entretiempo, los participantes se reúnen para replantear la estrategia o ajustar detalles técnicos en los robots jugadores. “Tenemos que ser más agresivos, hay que barrer con el rival”, exclama Pedro Rodríguez, quien espera con ansias que se reanude el partido.

Problemas técnicos

Durante un partido, un robot gira sin parar sobre su eje mientras sostiene la pelota, sin encontrar el arco enemigo; el guardameta se desorienta por el flash de una cámara curiosa y no puede encontrar el balón. Éstos son algunos de los problemas que pueden ocurrir en la cancha.

Según Jorge, es mejor que estos problemas se presenten en los entrenamientos que en la mitad de un partido.

“Por eso tratamos de cubrir todas las eventualidades posibles”, señala el estudiante de ingenieria mecatrónica de la UCB antes de volver a la programación de sus robots.

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