El próximo paso en materia de “muerte 2.0” son las lápidas equipadas con un código “quick response” -QR o “código mancha”- que permitirán a los transeúntes de un cementerio saberlo todo sobre el ocupante de un sepulcro si cuentan con un smartphone.
La tecnología para incorporar el QR en una lápida de mármol o metal, en lugar del buen y viejo RIP, ya está disponible.
Bastará con encuadrar el código en el escáner del celular inteligente para consultar la biografía virtual -completada con contribuciones multimedia- del amigo o pariente. Gill Tuttiett, una inglesa oriunda de Dorset, eligió este camino cuando llegó el momento de sepultar a su marido Timothy, fallecido el pasado noviembre a los 55 años.
Su lápida es un himno al minimalismo: solo nombre y apellido, con el código QR situado abajo a la izquierda.
Es allí justamente donde se concentra todo lo que hay que saber: “Tim amaba la tecnología y lo hubiera querido así”, dijo Gill al diario Sun.
La idea de la lápida 2.0 se le ocurrió a Stephen Nimmo, director de las pompas fúnebres Chester Pearce de Poole, en Dorset. “Pensé -explicó- que podríamos utilizar las tecnologías más modernas para agregar información. A menudo las personas rondan los cementerios y mientras observan las tumbas intentan imaginar la historia de las personas que están allí sepultadas”.
Con una inversión máxima de unos 400 dólares, este es un nuevo paso en el mundo de los cementerios virtuales, que irrumpieron con fuerza en la web en los primeros años del siglo XXI.
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