Una cámara compacta tiene muchas más posibilidades de lo que parece.
Muchas veces pasamos por alto estas posibilidades ya que utilizamos el modo automático y disparamos, pero hay muchas opciones más que nos pueden hacer tomar una mejor fotografía.
Primero debemos tomar en cuenta que no hay dos cámaras compactas iguales, pero muchas de las opciones son comunes.
Una de las primeras opciones con la que podemos jugar es con los modos de imagen. Estos programas configuran los parámetros de la cámara para adaptarse a las distintas situaciones de luz. Al elegir el adecuado en cada momento (interiores, paisaje etc.) nos aseguramos de que la imagen va a salir mejor que utilizando sólo el modo automático.
Hoy en día es posible también elegir el modo de enfoque de una forma mucho más fácil, aunque este no se encuentre en el centro de la fotografía. De esta manera, podríamos situar el foco en un lugar puntual de la foto, por ejemplo en un rostro, componiendo una imagen con elementos alrededor que queden fuera de foco. En algunas cámaras con pantalla táctil, este proceso es tan sencillo como tocar en la parte de la pantalla que queremos enfocar.
Los filtros de imagen son otra de las opciones que podemos encontrar en las cámaras compactas. Estos filtros se han puesto de moda hace poco gracias a aplicaciones para el celular. Muchos de estos efectos son comunes a casi todos los modelos y producen efectos muy interesantes. Los más habituales son los de escala de grises (blanco y negro), sepia o saturado. Sobre elegir hacer fotos en blanco y negro hay tantas opiniones como fotógrafos, pero en general se suele coincidir en que es más adecuado para fotos que contengan una gran carga dramática o retratos, que para paisajes o fotos lúdicas.
El factor más importante a tener en cuenta, a la hora de tomar una fotografía, es siempre la luz. La foto puede contar una historia de muchas maneras, pero si algún error de exposición es demasiado evidente, puede arruinar la foto. En exteriores lo fundamental es ser conscientes de donde está el sol, y cómo debemos aprovechar su luz. Intentar sacar una foto con el sol de cara es un fracaso asegurado, a no ser que busquemos un efecto muy específico.
Muchas de nuestras cámaras compactas cuentan también con un buen teleobjetivo. Una lente de este tipo puede ser muy útil a la hora de buscar el detalle más lejano para nuestras fotos, pero es importante tener en cuenta que utilizar demasiado el zoom tiene algunos efectos secundarios. Estos, como todo en fotografía, pueden ser un problema o un efecto muy interesante.
Cuando utilizamos el zoom, la imagen tiende a aplanarse, de tal manera que los objetos parecen estar más cerca de lo que están en realidad. Por esto, suele ser una buena idea utilizar zoom para fotografiar el “skyline” de una ciudad. Aunque los edificios altos no estén demasiado juntos, el zoom se ocupará de acercarlos y crear una colmena de edificios.
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