Estudiantes de secundaria de Carhuisa, en el municipio paceño de Batallas, realizaron pequeños reportajes fotográficos con teléfonos celulares, en los que denuncian la ausencia de servicios básicos, inseguridad ciudadana y otros temas.
A través de una iniciativa de la Fundación Redes, estudiantes de la comunidad recibieron capacitación en fotografía y redacción de mensajes cortos. Luego, a través de grupos de discusión, definieron cuáles eran los temas más urgentes que requerían atención en su comunidad.
Así, la violencia, la contaminación ambiental y la falta de agua potable en la unidad educativa del pueblo se convirtieron en motivo de trabajo para ellos.
Eduardo Rojas, presidente ejecutivo de la fundación y director del proyecto, sostuvo que el trabajo de los jóvenes alertó a las autoridades departamentales, quienes atendieron las necesidades visibilizadas a través de los fotorreportajes.
“Existe la idea errónea de que los jóvenes de las comunidades rurales no saben usar las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC)”, afirmó.
Rojas, quien presentó la experiencia en el Foro Nacional de Desarrollo Humano, organizado por el gobierno municipal de La Paz, señaló que estos jóvenes no son ajenos a las TIC.
“Ellos conocen las potencialidades de los celulares y las computadoras; sin embargo, no sabían cómo explotarlas en beneficio de su comunidad”, remarcó.
A través de los talleres dictados por Rojas, los estudiantes aprendieron cómo aplicar los nuevos conocimientos en beneficio de su comunidad.
“Carhuisa tiene un historial extenso de bloqueos, cartas y solicitudes verbales (para resolver necesidades básicas) a las autoridades departamentales desde 2003, todas ellas sin respuesta hasta ahora”, recordó.
Nuevo formato audiovisual
De acuerdo con Rojas, los mensajes desarrollados por los colegiales pertenecen a un nuevo formato llamado filmóvil.
En esta nueva manera de hacer mensajes, si bien no es exclusivamente educativa, sus aplicaciones ofrecen muchas posibilidades. “Cualquier celular con cámara y una mente inquieta pueden convertirse en herramientas muy poderosas de denuncia (de hechos)”, advirtió el especialista.
Para Rojas, la experiencia de Carhuisa es sólo un paso en la consolidación del formato como herramienta didáctica en el aula. Sobre la base de esta experiencia se preparan otros emprendimientos en el municipio de Tiquipaya, en Cochabamba.
“Nuestra disposición de trabajar es infinita, sólo necesitamos una contraparte que requiera de nuestros servicios”, dijo.
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