“Tengo un amigo que se fue a España. Antes hubiera tenido que esperar a que vuelva para saber de él, pero ahora estamos en permanente contacto”, cuenta el coordinador de la Asociación de Sordos Cochabamba (Asorco), Yerko Canedo, en el lenguaje de señas que es traducido por la intérprete, Emilse Quiñones.
El celular, la computadora, el internet y los diferentes programas computacionales se han convertido en un importante e indispensable abanico de opciones de comunicación para el trabajo, la organización y también las relaciones amorosas de la población sorda en Cochabamba.
Yerko recibe un promedio de 50 mensajes de texto al día, entre asuntos que tienen que ver con su trabajo, las actividades de la Asociación de Sordos Cochabamba y los mensajes de su enamorada.
El teléfono celular es el medio de comunicación más accesible para este sector de la población, a través del cual pueden comunicarse enviando y recibiendo mensajes de texto.
Pero, un promedio de 50 mensajes al día representa también un gasto para las 50 respuestas. “Desde esta semana ingresé a un plan de SMS ilimitado que ofrece una compañía de teléfonos”, informa Yerko. Con este plan, su cuenta de Bs 80 rebajó a Bs 30, del cual le descuentan Bs 10 para que pueda “mensajear” ilimitadamente.
Juan Carlos Veizaga en cambio no tiene el mismo ritmo de mensajes, él recibe entre 5 a 10 mensajes a su celular y entre 15 a 20 mensajes a su correo, y asegura que el medio que más utiliza para comunicarse es el internet.
“Para convocar a todos a alguna actividad antes teníamos que ir hasta sus casas y darles el recado personalmente, y si no estaban dejar un recado por escrito, ahora solo tengo que ir a internet y un correo colectivo. Para asegurarme que lo revisen envío un mensajito a sus celulares indicando que lean su correo”, relata Juan Carlos.
Para comunicaciones internacionales, o entre departamentos, el Skype es uno de los recursos más utilizados.
El Skype es un software que permite comunicaciones de texto, voz y vídeo a través del internet, que puede ser descargado en el celular o la computadora. Teniendo la imagen o el vídeo como recursos, la comunicación a través del lenguaje de señas es más fluida.
En eventos internacionales, como congresos, asambleas y otros, las videoconferencias son ya un recurso habitual.
Desde el año 2000, esta tecnología fue incorporada gracias al intercambio de experiencia con otras comunidades de sordos en el mundo. “Cuando viajé a Finlandia vi que allá hace varios años que ya lo utilizaban, y no era complicado, así que de inmediato lo incorporamos en Bolivia”, asevera Yerko.
Uno de los retos más importantes es el que están emprendiendo diez jóvenes, que fueron beneficiados con medias becas del instituto Catec. “Ellos siguen la carrera de diseño gráfico, y serán los primeros en trabajar directamente con las computadoras”, dice Juan Carlos. Los representantes de Asorco explican que las personas que más dificultades tienen para adaptarse a las nuevas tecnologías son las que sobrepasan los 45 años de edad.
La capacitación tiene limitaciones
El acceso a tecnología requiere de una capacitación básica y una dotación mínima de equipos, pero en Cochabamba la población de sordos tiene dificultades.
Actualmente la Asociación de Sordos que trabaja con cinco funcionarios cuenta con solo dos computadoras con acceso a internet, que fueron donadas por el Proyecto de Apoyo a Asorco (PAA) de la Cooperación Sueca. No existen más máquinas para que sus afiliados puedan utilizar este servicio.
Asimismo, en las 16 provincias del departamento, solo existen cuatro centros especializados en la capacitación de sordos: el Instituto de Audiología (IDA), el Centro de Sordos Don Bosco, el Centro Cristiano para Sordos John Stallings (Vinto), y el Colegio Audiológico de Punata, este último sin la materia de computación.
Existen además limitaciones como la falta de capacitación de docentes que imparten las clases. “La enseñanza tiene dificultades porque los profesores no dominan el lenguaje de sordos al 100 por ciento”, expresa la intérprete Emilse Quiñones.
El coordinador de Asorco, Yerko Canedo, señala que el Gobierno debería promover y facilitar el acceso a este tipo de tecnología.
“Para empezar sería bueno que el Gobierno nos apoye con 10 máquinas, pero ni siquiera tenemos un ítem para un intérprete”, reprocha Yerko, explicando que en países de Europa, además de todo el apoyo económico, cada ciudad tiene al menos 500 intérpretes, y en Cochabamba solo existe una a medio tiempo que es pagada por la cooperación sueca.
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