Estas son conexiones comunes inalámbricas como Bluetooth o Wi-Fi. Pero usarlas para copiar hacia una computadora vídeos de alta resolución, los cuales fácilmente tienen varios gigabytes de tamaño, no resulta muy práctico, ya que la transferencia puede tardar varios minutos. Por cable es más rápido, aunque tampoco se alcanzan velocidades extraordinarias, y además para algunas personas resulta un inconveniente el depender de dicho cable, ya que pueden no recordar dónde lo dejaron la última vez que lo usaron.
Frank Deicke, investigador en el Instituto Fraunhofer de Microsistemas Fotónicos (IPMS) en Dresde, Alemania, y sus colegas, adoptaron un enfoque distinto. Deicke es especialista en tecnología de infrarrojos, y ha confiado en este medio para desarrollar un prometedor dispositivo. Él y su equipo han presentado un módulo de infrarrojos que transfiere datos a una velocidad de 1 gigabit por segundo.
Por regla general, las conexiones por cable entre dispositivos electrónicos son más rápidas que las inalámbricas. En este caso es al revés. El nuevo módulo de comunicación es seis veces más rápido que un cable USB 2. Es aún más impresionante cuando se le compara con sistemas inalámbricos estándar. El del IPMS es 46 veces más rápido que el Wi-Fi convencional y 1.430 veces más rápido que una conexión Bluetooth.
El nuevo sistema requiere, igual que para controlar un televisor mediante su mando a distancia, que haya una línea de visión directa y clara entre el emisor y el receptor. Pero esto no debiera ser un problema. Basta simplemente con colocar la cámara o el teléfono inteligente (smartphone) al lado del ordenador de escritorio o portátil. El vídeo se transfiere en pocos segundos.
El nuevo módulo ya ha demostrado que la tecnología de infrarrojos es capaz de superar ampliamente a otras adoptadas como estándares. Ahora Deicke y sus colegas planean mejorar aún más el rendimiento de la tecnología para un futuro no muy lejano. Ya tienen claro que la velocidad de transferencia del modelo actual puede aumentar hasta 3 gigabits. Alcanzar los 10 gigabits es más ambicioso pero lo consideran factible.
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