El registro se hizo en las capitales del eje del país. La intención es construir un archivo nacional.
Tener una memoria sonora del país. Es la intención que persigue el proyecto Paisajes sonoros, encabezado por Óscar García, de Pro Audio. Este lunes se presentará la página en internet que tendrá una muestra del registro ya realizado en las capitales de La Paz, Cochabamba y Santa Cruz. Los sonidos estarán disponibles de manera gratuita para quienes los necesiten, siempre que no sea con fines comerciales.
LA DETERMINACIÓN AUDITIVA. García, gerente de la productora Pro Audio, expone que “nos prodigamos haciendo bancos de fotografías, de artes plásticas, porque siempre hemos puesto todas nuestras apuestas a las memorias visuales, pero este proyecto apunta a que empecemos a construir ahora una memoria sonora”.
Tu entorno sonoro puede llegar a determinarte como ser humano, explica. “Influye en los comportamientos de los colectivos sociales. Si a un habitante del TIPNIS lo pones en medio de la ciudad de La Paz, vas a violentarle su percepción, no solamente la visual, sino también la sonora”.
POR LA CONSTRuCCIÓN DE UNA MEMORIA SONORA. El responsable de la música en películas como Cuestión de fe y Las bellas durmientes señala que este proyecto debe ser permanente y sostenible, porque es sonido y éste “es movimiento, es animación constante”. Así, indica, las comparaciones que se hagan en un análisis sistemático “tienen que ser cortas, no en un lapso (de intervalos) muy grande”.
La intención es que quienes recurran al banco sonoro que se presentará en los próximos días, mediante el portal Paisajes sonoros de Bolivia, puedan reconstruir el universo sonoro y ver sus modificaciones en el tiempo.
Se realizaron varios talleres para conformar los equipos que hicieron el registro en las ciudades del eje del país. “Los criterios están determinados por hitos sonoros, definidos a su vez por actividades humanas”. La Paz tiene “un montón de hitos” que varían según la época del año. Vgr. el Gran Poder, que ahora no suena pero en junio truena con toda su fuerza.
En la página web estarán los mapas de las capitales donde se hizo el registro “y en cada mapa vas a tener determinados iconos en los cuales podrás escuchar y tener la información de cuándo es la grabación, a qué horas, etcétera”.
El tiempo de audio en la página será entre 60 y 90 segundos. Pero el archivo sonoro lo tendrá completo, con una duración de entre cinco y 60 minutos. “El archivo completo estará a disposición de quienes lo necesiten. Los usos de los paisajes sonoros son diversos: desde el medio ambiente hasta la creatividad, pasando por los media: radio, cine, etcétera”.
Los enlaces en el portal serán pasibles de descarga directa en formato MP3. Quienes hagan un pedido aparte, recibirán el archivo en formato WAP. Eso sí, deberán llevar a las oficinas de Paisajes sonoros un soporte para la grabación o cubrir el costo de envío hasta el interior.
El proyecto espera iniciar pronto un registro en otros puntos del país.
60 horas de registro, aproximadamente, acumularon ya los equipos en las distintas tomas realizadas.
“Los archivos serán entregados gratuitamente en todos los casos que no tengan un uso comercial, como es la venta de un spot o incluirlo en una banda sonora. Es como pagar derechos”.
Óscar García / MÚSICO
EL CONCEPTO de PAISAJE SONORO FUE DESARROLLADO POR EL CANADIENSE RAYMOND MURRAY SCHAFER. De acuerdo con el compositor y estudioso nacido en 1933, la producción sonora, tanto natural como intervenida por el ser humano, conforma identidades sonoras que son como cuerpos poéticos que vibran. La producción sonora que está todo el tiempo en nuestro entorno. Todo lo que producimos sonoramente se conforma como si fuera una cebolla, en capas.
EL HOOM QUE NOS CIRCuNDA. De esa manera se forma lo que se llama el hoom, que es la base sonora citadina. “Ese murmullo, ese ruido, esa vibración constante está compuesta por un montón de sonidos que pueden ser de origen mecánico, eléctrico, etcétera”. Así, hay sonidos que se convierten en hitos, como la bocina del camión de gas o la campana del carro basurero.
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