La regulación de internet se debate en la Conferencia Internacional de las Telecomunicaciones que desde ayer sesiona en Dubái, uno de los siete emiratos árabes.
Durante dos semanas, reguladores de 193 países discutirán temas relacionados con el gobierno de internet y la seguridad o la expansión de ese servicio en las naciones en vías de desarrollo.
No pocos participantes en esta reunión a puertas cerradas piensan que internet debe ser administrado por la ONU y no por empresas y organizaciones particulares.
Entre los asuntos polémicos, se encuentra la propuesta de imponer una cuota a los sitios de streaming, distribución de multimedias a través de una red de computadoras.
La petición es interpretada como un obstáculo a un internet libre y abierto. Se teme una vigilancia gubernamental excesiva.
Con más de 2.000 millones de personas conectadas a una red que escapa de su mando, los gobiernos nacionales se encuentran a la defensiva y desesperados por obtener alguna forma de control sobre su funcionamiento. Y es precisamente en torno a esta cuestión que girarán las conversaciones en Dubái.
Por primera vez desde 1988, se revisarán las Regulaciones de Telecomunicaciones Internacionales (RTI), una convención que establece parámetros de interconexión e interoperabilidad a través de telefonía, fija y móvil, radio, además de televisión.
Las discusiones en Dubái comenzarán a dar algunas de las respuestas sobre la sostenibilidad de la red abierta e interconectada que se conoce hasta ahora. Diarios
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