Se trata de una innovación en materia de capacidad de almacenamiento, que supera ampliamente el logrado por el DVD, pues es un disco de 50 gigas. En cuanto a calidad de imagen, también da muestras de primacía, no obstante, la desventaja radica en el precio, pues es notablemente elevado para los bolsillos.
Pese a esto se puede encontrar en los mercados este dispositivo en las marcas LG y Phillips.
Su designación proviene de "blue ray" (inglés), rayo azul, porque el color del rayo láser que lee y graba los discos es azul. Luego, se decidió extraerle la letra “e” a la palabra blue a fin de registrar la idea. De ahí que sólo sea “blu”.
Este dispositivo tiene una placa circular con 120 mm. de diámetro y 1 mm. de espesor que almacena los bits a través de ranuras microscópicas en su superficie. Es un rayo láser azul que se encarga de este trabajo. Posee una única pista espiral en la que la unidad grabadora escribe los datos en secuencia, pero los lee de manera aleatoria. Por otra parte, está compuesto por una “etiqueta” que contiene plasmadas las particularidades del disco, que protege la placa reflejante de daños posibles. Posee una “placa de papel”, que es la base elemental donde se fija el resto de las capas. Presenta una “película reflejante” que permite al láser reflejar su propia luz y establecer la profundidad de las ranuras.
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