La Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL) comenzó su traslado al hotel Plaza del paseo de El Prado paceño, que alquiló por los próximos seis meses con opción a compra. Los propietarios piden nueve millones de dólares por el céntrico hotel de cinco estrellas.
Fuentes del hotel explicaron que, en principio, el precio solicitado era de 10,2 millones de dólares, pero después del contrato de alquiler y el inicio del “periodo de prueba” de seis meses, tal cifra se redujo a nueve millones de dólares.
Las fuentes no revelaron el monto del arrendamiento. En ENTEL también se maneja con reserva esa información.
El hotel Plaza, que fue construido hace 33 años, es adaptado para el funcionamiento de las oficinas de las gerencias nacional, regional y de otras reparticiones de la telefónica. La céntrica infraestructura, al igual que el Radisson y el hotel La Paz, es de propiedad del empresario Enrique Pacheco.
Tres policías custodian, en el interior del edificio, el mobiliario de las nuevas oficinas.
“Estamos en pleno traslado”, dijo uno de los funcionarios de la empresa estatal, quien explicó que en los próximos días el logotipo del hotel Plaza, que está ubicado en el frontis, será reemplazado por el de ENTEL.
Se prevé el lanzamiento oficial de las nuevas oficinas a fin de mes. ENTEL desalojó su edificio principal, en la calle Federico Zuazo, a raíz del denunciado colapso, en diciembre de 2011, de uno de los pilares del vecino edificio El Alcázar. A la fecha, el acceso a esa zona está restringido.
El traslado
Simultáneamente, los enseres del hotel son transportados al Radisson, que también es de Pacheco. “Es como mudarnos de casa, nada más”, dijo uno de los empleados. Se explicó también que se prevé concluir el traslado del mobiliario hotelero hasta este fin de semana.
En total, el hotel Plaza cuenta con 80 trabajadores.
Según información oficial, todos ellos serán reubicados en los hoteles Radisson y La Paz.
El hotel Plaza fue hasta estos días uno de los hoteles de cinco estrellas situados en pleno centro de La Paz. Su ubicación en El Prado, donde se llevan a cabo protestas y manifestaciones, hizo que el flujo de huéspedes se redujera gradualmente.
Una fuente aseguró que la situación del lujoso hotel era insostenible debido a sus altos costos de operación.
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