Con la llegada de la nueva arquitectura denominada "Haswell" que incorporan los procesadores de Intel Core de cuarta generación han habido mejoras en cuanto al consumo y en el rendimiento de las tarjetas gráficas integradas. Así lo señaló Franz Hurtado, de la empresa "Orbital" en Santa Cruz, quien colaboró explicando brevemente lo que actualmente hay en el mercado local.
Familia i3, i5 e i7. Los últimos ya vienen con cuatro núcleos, 6 y 8 MB de cache de nivel tres e incorporan la tarjeta gráfica integrada modelo HD 4600. Ideales para que funcionen con el recién lanzado sistema operativo Windows 8. Por ejemplo, el Core i7-4770, que funciona a 3.4GHz de velocidad base y a 3.9GHz gracias al modo turbo y frecuencia de la tarjeta 1200 MHz.
Familia Celeron. Quizás los menos poderosos. Basados en Ivy Bridge, al igual que los Core de Tercera Generación, pero con algunas de sus características en desventaja. Como características comunes vienen con los 2 MB de cache de nivel tres y los dos núcleos de su interior. No soportan Turbo Boost. Por ejemplo, el Celeron G1610, que tiene una frecuencia de funcionamiento de 2.6GHz y su TDP, o consumo máximo teórico es de 55 Watios.
O el Celeron G1620, que es 100 MHz más rápido que su hermano menor y por lo demás comparten las mismas características.
Familia Pentium. Son perfectos para ser usados en una oficina, porque combinan bajo precio y un rendimiento más que suficientes para ello. Al igual que ocurre con los anteriores están basados en Ivy Bridge y por lo tanto son parecidos a los Intel Core de tercera generación pero con varias características reducidas.
Todos tienen en común 3 MB de cache de nivel tres y el doble núcleo. Tampoco soportan Turbo Boost.
Por ejemplo, el Pentium G2020, que tiene una frecuencia de funcionamiento base de 2.9GHz y su TDP es de 55 Watios.
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