Después de la presidencia, George Bush desarrolló una nueva afición: la pintura. Pero estuvo lejos de imaginar que sus autoretratos íntimos, que nunca se exhibieron, saldrían a la luz sin su consentimiento.
Un cracker logró intervenir su correo electrónico, y allí estaban, en uno de los mails enviados a su hermana Dorothy, una pintura en la que se lo puede ver en una ducha, con la espalda desnuda, y otra, en la que se aprecian sus piernas y pies, de manera subjetiva, mientras toma un baño.
El expresidente de Estados Unidos fue víctima de un ataque informático, según reveló la página especializada en documentación legal The Smoking Gun. La publicación precisa, además, que otros miembros de la familia también sufrieron la intervención de sus correos electrónicos, y el culpable es un pirata anónimo que se hace llamar “Guccifer”.
Tras la defunción del perro de la familia, Barney, el pasado viernes, Bush colgó un retrato al óleo del can en su página de Facebook pintado por él mismo.
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