Una empresa de Singapur presentó este miércoles en la feria de alta tecnología CeBIT de Hanover (norte de Alemania) la primera chaqueta del mundo que da abrazos, y que puede ser muy útil para tratar a niños autistas.
La chaqueta, de aspecto banal, tiene unas pequeñas cámaras de aire que se pueden inflar, para simular la sensación de un achuchón, explica James Teh, fundador de T-ware.
El invento, controlado por un smartphone, permite además regular la intensidad, desde un pequeño apretón en los hombros hasta un abrazo envolvente.
Los niños que sufren de autismo y otros desórdenes sensoriales a menudo se agitan cuando escuchan ruidos fuertes o ven nuevas caras. Los ensayos con esta chaqueta han demostrado que las "habilidades" de la chaqueta pueden servir para calmarlos.
La prenda registra asimismo los datos biométricos de los niños, y alerta a los padres o a la persona a cargo cuando el pequeño se va a encontrar en dificultades. El invento se ha probado con éxito en colegios de Estados Unidos, y entre algunas familias del Reino Unido, Australia y Singapur.
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