No obstante que en la actualidad internet se ha convertido en una herramienta que facilita y agiliza muchas actividades de la vida cotidiana, y brinda nuevas formas de entretenimiento y de interacción entre las personas, ¿qué ocurre cuando se vive más en el espacio virtual que el real?
El continuo avance de las nuevas tecnologías, tales como Tablets, PCs, Smartphone y otros, han permitido a las personas permanecer on-line y disponibles en todo momento dificultando abstenerse y encontrar un límite al uso de internet, en ocasiones aún cuando las necesidades físicas las que entran en juego.
VÍCTIMAS En 2005 Lee Seung Seop, un chico coreano de 28 años, sufrió un paro cardiaco tras haber estado aún jugando online durante 50 horas consecutivas sin comer ni dormir.
Un hecho similar sucedió en China el 24 de febrero pasado cuando un hombre de 30 años murió tras haber pasado tres días seguidos jugando en un cibercafé cerca de Pekín, sin dormir y casi sin comer.
Es importante entender que estar en Twitter o Facebook durante todo el día no representa un problema pero sí lo es descuidar la salud por el uso ininterrumpido de internet.
En ambos casos se puede observar las mismas características, un exceso realmente desmedido del uso de internet, un juego online y el total descuido por las necesidades más básicas para que el cuerpo continúe funcionando de manera normal, comer y dormir.
TRASTORNO Este tipo de conductas han despertado una nueva preocupación por la salud de las personas en la medicina que ha puesto su atención sobre el consumo desmedido de internet y, así, determinar hasta qué punto se utiliza “saludablemente” y cuando puede volverse un trastorno psicopatológico.
Al día de hoy no existen medidas formales para diagnosticar este tipo de conductas lo que hace que los investigadores que actualmente están dedicados al análisis del uso excesivo de internet se orientan por el modelo de conducta compulsiva no farmacológica de los juegos de azar. La idea es contraponer este tipo de modalidad de diagnóstico con datos sobre el uso de internet y, así, llegar a un modelo que se adecue al abuso de la web.
Los nuevos desafíos para los especialistas será determinar claramente: ¿Qué es la adición a internet?, ¿cuáles son sus características conductuales? Y ¿cómo tratar este nuevo trastorno todavía no oficializado como enfermedad?
EN EL CEREBRO Numerosos estudios han confirmado que en el cerebro de los adictos a cualquier tipo de sustancia, se producen cambios perceptibles a nivel físico, en los cuales se aprecian modificaciones en las funciones de las áreas afectadas, ahora, un estudio de características similares, pone de manifiesto que el uso abusivo de Internet, también tiene cierto impacto en nuestro cerebro, hasta el punto de compararlo con las adicciones a las drogas.
Según el estudio llevado a cabo sobre 17 adolescentes en la academia china de Ciencias, estar 18 horas conectados a internet tiene un efecto similar a fumar un cigarrillo de marihuana o inyectarse cocaína, lo que provoca una reacción adictiva del organismo, desembocando en un trastorno de adicción a internet o IAD, según la nomenclatura que ellos mismos asignaron.
Aunque el exceso es malo en cualquier ambiente o contexto, comparar el uso de Internet con los efectos producidos por las drogas resulta bastante impreciso y apresurado, en primer lugar, porque ni la cocaína ni la marihuana, producen síndrome de abstinencia física, aunque sí pueden presentarse síntomas de adicción psicológica dependiendo del adicto. Otro factor a tener en cuenta, es que los resultados de ambas drogas en el organismo son antagonistas, por lo que su comparación tampoco resulta muy congruente, además de que las personas sobre las que se ha efectuado el estudio son muy pocas como para llegar a determinaciones tajantes, por lo que el estudio debería ser sometido a otros controles de medición para determinar la fiabilidad del mismo.
Tus “me gusta” revelan tus secretos
Dar clic en esos amigables “Me gusta” que andan esparcidos por toda la red podría estar haciendo algo más que ponernos como seguidores: Podría revelar la orientación sexual, por quién podría votar, si es un soltero introvertido, si tiene alto coeficiente intelectual y si tiene debilidad por la nicotina.
Esa fue la conclusión de un estudio publicado en la gaceta Proceedings de la National Academy of Sciences (Academia Nacional de Ciencias de EEUU).
ANÁLISIS Los investigadores analizaron los “Me gusta” de 58.466 usuarios de Facebook en Estados Unidos para hacer más suposiciones sobre sus personalidades y comportamiento, e incluso si bebían, fumaban o consumían drogas.
David Stillwell, investigador de la Universidad de Cambridge y uno de los autores del estudio, dijo que los resultados pueden ser sorpresivos. “Nuestros ‘Me gusta’ podrían estar diciendo más de nosotros de lo que nos damos cuenta“, manifestó.
Facebook creó el pequeño símbolo de un pulgar hacia arriba en 2009 y desde entonces se ha vuelto ubicuo en la red social y también en el resto de internet.
SIMPATÍAS La empresa informó el año pasado que se dan unos 2,700 millones de “Me gusta” al día en internet para apoyar todo, desde cantantes de pop hasta bebidas. Eso genera una creciente reserva de datos disponible para publicistas, gerentes y casi cualquier persona interesada en la vida privada de los usuarios, en especial en aquellos que no son cuidadosos con sus configuraciones de privacidad. Stillwell y sus colegas analizaron las elecciones de los voluntarios que dieron acceso a sus “Me gusta” y las compararon con un examen de personalidad.
El estudio encontró que las simpatías en Facebook estaban ligadas a la orientación sexual, género, edad, raza, coeficiencia intelectual, religión, política y con el consumo de tabaco, drogas o alcohol. También pudieron determinar el estatus marital, número de amigos en la red social y hasta media decena de diferentes rasgos de la personalidad.
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