Diseños de sistemas armamentísticos de Estados Unidos fueron “violados” por hackers chinos, afirmó una comisión de expertos gubernamentales y civiles en un informe confidencial elaborado por el Pentágono. Según el reporte, al que tuvo acceso The Washington Post, piratas informáticos chinos accedieron a información sensible para la seguridad estadounidense.
Entre los sistemas de armas, cuyos proyectos fueron espiados, figuran diseños en desarrollo sobre líneas defensivas de misiles, aviones y naves de guerra, escribió el diario de la capital.
En concreto, los hackers accedieron a los proyectos del sistema de los nuevos misiles Patriot, así como de nuevas unidades de la US Navy, de los cazas F/A-18, del helicóptero Black Hawk y del súper avión de combate F-35.
Según expertos consultados por The Washington Post, se trata de intrusiones que dieron a China acceso a sofisticada tecnología que le permitiría acelerar el desarrollo de su sistema armamentístico, además de debilitar la ventaja militar de Estados Unidos en un eventual futuro conflicto.
En el informe se hace referencia a algunos armamentos que representan la espina dorsal de las defensas misilísticas regionales del Pentágono en Asia, Europa y el Golfo. Además de los Patriot, los “hackers” pusieron las manos también sobre los proyectos de un sofisticado sistema para interceptar misiles balísticos, sobre el sistema de defensa de misiles balísticos Aegis para la Marina, y sobre las naves Littoral Combat Ship.
En el reporte no se hace explícita referencia a China, pero varios altos oficiales y funcionarios de Defensa al corriente de las cyber-intrusiones no tienen dudas sobre el hecho de que se trate de hackers chinos, indicó el periódico.
En el texto tampoco se especificó el momento en que se produjeron los robos informáticos ni si afectaron a redes informáticas del Gobierno o de alguna de las empresas contratadas o subcontratadas.
El informe estadounidense coincidió ayer con otro reporte de la prensa australiana, según la cual piratas informáticos chinos robaron los planos de la nueva sede australiana del organismo de espionaje en Canberra. Beijing, como es habitual, negó.
“China presta mucha atención a la seguridad cibernética y se opone firmemente a toda forma de cyber-ataque”, afirmó el vocero del Ministerio de Exteriores, Hong Lei. “Visto que es muy difícil individualizar el origen de los ataques por parte de los hackers, no se sabe qué pruebas tengan los medios para escribir cosas de ese tipo”, agregó.
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