El uso de Internet para seguir noticias, discutirlas e incluso generarlas cobra una relevancia de primer orden si se toman en cuenta factores cualitativos; dado que ahí figuran periodistas, políticos, analistas e intelectuales que son los principales generadores de opinión en diversos medios de comunicación tradicional. El debate digital acaba influyendo y hasta definiendo la lectura de los hechos. Al presente y en el futuro inmediato, es previsible que la importancia de estos espacios siga creciendo, tanto en el tamaño de la base social como en la calidad y horizontes del debate.
En un punto aparte está la existencia de grupos radicales que practican hacking, ataques sistemáticos a sitios web, que tienen intencionalidad política que va más allá de las reivindicaciones de los usuarios y que son portadores de visiones ideológicas poco amistosas hacia estados y corporaciones; ese es el caso de Anonymous Bolivia, como ejemplo más relevante.
Es de interés estratégico para los stakeholders observar e incidir en el debate que se da en Internet. El peso económico de las grandes corporaciones encuentra en este campo un contrapeso en el gran número de activistas digitales articulados a través de diversas plataformas; en las que hay liderazgos poseedores de conocimientos técnicos sólidos, acceso a información privilegiada y que dialogan con otros expertos de la comunidad virtual global. La sola disponibilidad de medios económicos no alcanza para competir exitosamente en este campo e imponer hegemonía. Estamos ante una complejización de las relaciones entre el consumidor y la corporación que tiene el potencial real de lograr incidencia concreta en las prácticas de negocios. Lo sucedido tendría que entenderse como un nuevo e importante desafío en cuanto a la conceptualización de la relación con los usuarios por parte de la corporación. Ya no se está frente a un interlocutor unidireccionado al cual hablarle desde una publicidad; sino ante uno inteligente, informado, plural, articulado y con capacidad de respuesta. Quienes más rápido interpreten el nuevo escenario estarán en mejores condiciones de competir
LA RED GLOBAL
LOS DATOS DE UN NUEVO TIEMPO
Si en 2005 el 5% de la población usaba Internet, en 2011 el indicador asciende a 30%, según datos del PNUD.
En Bolivia existen poco más de dos millones de cuentas registradas en Facebook, lo que significa aproximadamente el 20% de la población.
Lo ocurrido con Tigo y la sanción que recibió de la ATT ejemplifican la relevancia y el potencial que tienen las redes sociales para lograr incidencia concreta en casos de interés para los ciudadanos digitales. Lo que se dio no hubiera sido posible sin las redes sociales.
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