“Prepárese por favor. El robot del doctor vendrá a atenderlo dentro de unos instantes y lo examinará”. Ésta podría ser una expresión frecuente en los centros médicos dentro de pocos años, cuando se generalice el empleo de los robots enfermeros, uno de cuyos modelos más completos y avanzados ya está operativo.
Fabricado por las compañías In Touch Health de iRobot, que se especializa en robots controlados a distancia para cuidados intensivos y desarrolla el software, el modelo RP-Vita comienza a probarse en hospitales estadounidenses, después de que la Administración Federal de los Medicamentos (FDA) estadounidense aprobara su uso a comienzos de 2013.
Según ha explicado Charlie Vaida, portavoz de iRobot, “tras la autorización de la FDA, este robot avanzado de telemedicina ha comenzado a utilizarse en varios centros médicos y sistemas sanitarios de primera línea, a lo largo y ancho de EEUU y México”.
Entre ellos figuran, en México, el Instituto de Salud del Estado de México (Ciudad de México); en EE UU: el Dignity Health (Sacramento, CA), el Hoag Memorial Hospital Presbyterian (Orange County, CA), el Ohio State Wexner Medical Center (Columbus, OH), el Ronald Reagan UCLA Medical Center (Los Ángeles, CA) y el St. Mary’s Medical Center (Huntington, WV).
“El RP-VITA, o ‘Robot Asistente Autónomo de Presencia Virtual Remota’, ofrece a los médicos la capacidad de tomar el control de cualquier proceso de gestión del equipo clínico, el paciente o la atención a distancia”, explica Vaida.
Para enviar el robot a su destino, el médico “escribe el nombre del paciente en el iPad y le ordena ir a su habitación”, según Vaida. Gracias al mapa digital del hospital que se ha cargado en su procesador electrónico y a los sensores que detectan el entorno, la máquina se dirige al sitio indicado siguiendo el camino más directo y sin chocar con ningún obstáculo.
Por medio del RP-Vita, un médico generalista o especialista puede visitar de forma virtual a sus pacientes, examinarlos visualmente y dialogar con ellos, así como darle instrucciones a los auxiliares sanitarios que están junto al enfermo o discutir los tratamientos y diagnósticos con otros colegas, situados en otros despachos o lugares, a los que también puede acudir el robot.
Cara a “cara”
Los pacientes y profesionales que están junto al robot pueden conversar con el médico situado en otra parte del hospital a través de un intercomunicador, mientras ven al doctor en una gran pantalla LCD situada en la parte superior de la máquina, debajo de la cual hay otra pantalla más pequeña que informa sobre los procedimientos médicos en curso en ese momento.
Según explican desde iRobot, con el RP-Vita, y a través de su iPad, el médico también puede acceder a los signos vitales de su paciente y a su historia clínica, ver los resultados de las pruebas y de los análisis de laboratorio que le han realizado o se le están haciendo en ese momento, ya que el autómata también puede conectarse a equipos de ultrasonidos y estetoscopios electrónicos, entre otros dispositivos.
En el caso de problemas cardiovasculares graves, el aparato puede facilitar al facultativo, desde la sala de urgencias, diferentes opciones de medicación, de acuerdo con el historial clínico del paciente y de su situación orgánica en ese momento.
En lugar del joystick, similar al de los videojuegos que permite comandar otros robots para telemedicina (medicina a distancia) usados para algunas cirugías, y cuyo manejo requiere un cierto entrenamiento, el RP-Vita utiliza un iPad como interfaz con el usuario principal, lo que facilita su comando.
Sus fabricantes creen que este manejo más sencillo ampliará la utilidad de los robots para telemedicina, ya que el RP-Vita sólo requiere que el médico pulse en la pantalla táctil de la tableta, para poder diagnosticar y tratar a distancia a sus pacientes situados en otras partes del hospital, e incluso atenderlos desde otros lugares del mismo país o del mundo.
La máquina, que tiene el aspecto de un pedestal, mide 1,62 metros de altura, pesa 63 kilos y se desplaza sobre tres ruedas, puede girar automáticamente para que la pantalla de videoconferencia se dirija hacia las voces del médico, paciente o auxiliar sanitario, con el fin de que hablen entre sí “cara a cara”.
El RP-Vita posibilita que un enfermero o un médico envíen al robot de habitación en habitación simplemente señalándoselas en un plano del edificio sobre el iPad.
Por los pasillos
El robot está equipado con sensores para moverse por pasillos atestados de gente sin necesitar que lo acompañe una persona, incluye un software denominado Plataforma Ava, que le permite ir creando un mapa interno de un hospital para poder moverse de forma autónoma por el edificio, y dispone de puertos para conectar aparatos médicos, como un estetoscopio y un ecógrafo.
Desde iRobot señalan que “es casi imposible chocar con el robot”, que para identificar el entorno por donde se desplaza utiliza un láser que cubre un radio de 270 grados, un sonar que cubre los puntos ciegos que deja el láser y un sistema de visión tridimensional con cámaras que detectan la presencia de escaleras u objetos a una cierta altura. Así, cuando este enfermero robótico detecta un obstáculo en su camino, lo evita.
El RP-Vita combina el almacenamiento de información en grandes servidores de Internet en vez de ordenadores, con la robótica, y sus próximos modelos incluirán un software de reconocimiento de voz y rostro, lo que permitirá que la enfermera o el médico den órdenes al robot y la máquina reconozca al paciente a través de sus características personales.
“El uso de un robot que puede moverse con seguridad y de forma independiente en un entorno hospitalario de ritmo rápido, caótico y exigente, o en un ambiente tan difícil de manejar como una unidad de cuidados intensivos o una sala de Urgencias, es un hito tecnológico importante para la robótica y la salud”, ha señalado Colin Angle, director ejecutivo de iRobot.
Yulun Wang, consejero delegado de InTouch, ha explicado que el RP-VITA elimina la necesidad de que el médico piense ni un minuto en la tecnología, permitiendo que centre el ciento por cien de su capacidad mental en cómo tratar al paciente.
“El robot es la segunda mejor opción para un paciente después de que el médico venga a hablar con él en persona, ya que se le ve la cara y se siente como si estuviera conversando realmente con el doctor, a lo que se añade la tranquilidad de saber que se puede recibir atención cuando se necesite”, ha señalado Kevin Sittner, un ex paciente de la unidad de cuidados intensivos del Ronald Reagan UCLA Medical Center, uno de los primeros grandes centros médicos académicos en introducir en RP-VITA.
El neurocirujano Paul Vespa, director de Atención de Neurocríticos de ese mismo hospital ha descrito así su experiencia con el robot: “durante un derrame cerebral, perder unos pocos minutos puede significar la diferencia entre que el paciente mantenga o pierda una función del cerebro. Esta nueva tecnología me permite concentrarme en el cuidado de mi paciente sin distraerme con su manejo, que es sencillo” (EFE Reportajes).
No hay comentarios:
Publicar un comentario