06 julio 2013

La televisión en 3D a punto de morir

La BBC acaba de anunciar lo que ya nos temíamos desde hace tiempo: la televisión en 3D está muerta. Oficialmente. El canal británico ha decidido suspender su programación de contenidos en 3D al menos hasta 2016 por "falta de interés del público". La decisión se une a la del canal deportivo ESPN en EE.UU., que recientemente también canceló sus planes en este frente. Adiós, 3D TV.

Según Kim Shillinglaw, responsable de contenidos 3D de la BBC, la tecnología simplemente "no ha despegado". Las audiencias, asegura, la encuentran de hecho "bastante molesta". Normal. Llevar encima unas gafas de varios centímetros de grosor, para ver un dudoso efecto 3D después de haber pagado un dineral por un televisor 3D, cabrea.

El canal dejará de emitir estos contenidos a finales de año y no se plantea retomarlos al menos hasta 2016. "Veremos qué ocurre cuando termine la recesión y haya más televisores con 3D, pero creo que la BBC tomará una postura de esperar a ver qué pasa. Es el momento de hacer una larga pausa", asegura Shillinglaw. Las pruebas con contenido 3D de la BBC comenzaron en 2011, pero dos años después, se acabó.

Las cifras en otro de los canales que ha apostado fuerte por la televisión en 3D, BSkyB, son también decepcionantes. Estrenó su servicio en octubre de 2010 y a día de hoy tiene 500.000 suscriptores a sus canales 3D, solo un 4% de su base total de clientes.

Ni siquiera ha ayudado que muchos de los nuevos televisores ya vinieran con la tecnología 3D integrada (en Reino Unido había un total de 1,5 millones de televisores equipados). Tampoco ayudó la caída de precios de los equipos. Los contenidos nunca estuvieron ahí. Encontrar una buena película en 3D o una serie era misión imposible. Y las retransmisiones en directo en 3D prohibitivas en coste de producción. ¿Resultado? RIP, 3D TV.

La pregunta ahora es qué pasará con el 3D en el cine. ¿Acabará desapareciendo del todo también? Tras la explosión del sector con Avatar en 2009, todo fue cuesta arriba. Pero a partir del 2010, el número de películas producidas en 3D comenzó a caer drásticamente. Los elevados precios de las entradas, sumado al "falso" 3D de muchas películas (generado por ordenador en lugar de filmado con cámaras estereoscópicas) han echado atrás al consumidor. Volvemos a las dos dimensiones. Y tan contentos. [

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